(Libertad Digital) El también responsable del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) señaló, en una entrevista para La Mañana de la COPE, que "hoy por hoy", desarmar a Hezbolá no forma parte de la misión. Con ello, con esta misión estaríamos "dispuestos a que la situación empeore". Sobre el encargo a las tropas españoles de que lideren una brigada multilateral, dijo que se trata de un "lío" y un "disparate", porque la dispar procedencia de los soldados, enviados desde Ghana o Bangladesh, convertirá la misión "en una Babel imposible de manejar".
Bardají lamentó que el debate de este jueves "se ha limitado a analizar y discutir cuestiones de procedimiento". "El Gobierno, con su gestión tan mala, obligaba a eso" y "ha promovido que el PP se centrara en el debate en criticar la actitud repetida de mentiras" por parte del Ejecutivo. A su juicio, "sería necesario un debate de fondo de la cuestión", fundamentalmente, si el envío "va a servir para algo" porque "se vaya a mejorar la misión".
A juicio de Bardají, el protagonismo que Zapatero ha querido que tenga España en esta misión se debe a un "intento de lavar su imagen" por varios motivos, entre los que citó el particular "eje del mal" para el presidente, formado, a su juicio, por Bush, Blair y Aznar, las imágenes de Zapatero con "el famoso pañuelo palestino" o las acusaciones contra Israel. Para "lavar la cara faltaba un gesto", dijo Bardají. Por ello, a su juicio, "fue el primero que prometió tropas".
Para Bardají, el envío es "no sólo es prematuro sino que no cuenta con la racionalidad estratégica de fondo que sería necesario". En su opinión, los 1.100 soldados que enviará España "son pocos" para "garantizar la eficacia y la protección". Según dijo, sólo estarán sobre el terreno unos 200, pues los demás formarán parte del "apoyo". "Se debe juzgar si merece la pena", concluyó.