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MESIANISMO, RESENTIMIENTO Y OTRA TELEVISIÓN PARA EL PSOE

 

 
LD (Agencias) Tras imponer un candidato proclive a la anexión en la Comunidad Foral, Zapatero ha obtenido un entusiasta respaldo de la conferencia del PSOE para sus tratos con ETA, sin mencionar ni una sola vez que autodeterminación, presos y Navarra estarán fuera de la negociación. Lo que era una causa de la libertad se ha convertido en algo más modesto: "la esperanza está en pie, nunca como ahora podemos lograr el fin de la violencia, y merece la pena", dijo en un largo discurso, de una hora y cuarto de duración, marcado por la autocomplacencia y el resentimiento con el PP.
 
El presidente del Gobierno ha clausurado una conferencia política en la que el PSOE ha querido transmitir una imagen de modernidad y adaptación al lenguaje de las nuevas tecnologías de la información. Zapatero se mostró especialmente orgulloso de la "televisión de partido" lanzada este fin de semana en Internet. La TeleZP, como se la conoce ya, es el canal oficial del PSOE, un partido que puede presumir, además, de contar con la cobertura y la comprensión de la práctica totalidad de los canales convencionales de televisión. En cambio, Zapatero sostuvo en su discurso que, desde que llegó al Gobierno, Televisión Española ha dejado de ser una "televisión de partido" y se ha convertido en un "modelo de pluralismo".
 
Rodríguez Zapatero aseguró que el camino hacia la paz en el País Vasco es "incompatible con la impaciencia", y aunque reiteró las dificultades que puede haber, aseveró que "la esperanza está en pie". Zapatero se refirió al proceso de diálogo con ETA al final de su intervención en el acto de clausura de la Conferencia Política del PSOE, celebrada durante el fin de semana en Madrid.

El jefe del Ejecutivo destacó los valores y principios que defiende el PSOE y citó entre ellos el de trabajar por la paz y el fin de la violencia en el País Vasco y en toda España.

Tras recordar que la próxima semana se cumplirán seis meses del anuncio de alto el fuego de ETA, Zapatero aseguró que se está ante una esperanza que los socialistas van a preservar, y, por ello, van a trabajar con toda su fuerza y sabiendo que se sirve así de la mejor forma a los valores de la convivencia y la democracia.

El presidente del Gobierno pidió ayuda y colaboración a todos para alcanzar la paz y dio su agradecimiento de antemano ante esa ayuda "sea sincera o no exista", precisó, porque dijo que así es como se consiguen los grandes compromisos y desafíos.

Para Zapatero, "el camino hacia esa esperanza, hacia esa meta del fin de la violencia, es incompatible con la impaciencia, y será un camino que necesita tiempo y esfuerzo, que será largo, duro y difícil".

"Pero la esperanza está en pie; nunca como ahora podemos lograr el fin de la violencia, merece la pena, y si todos ponemos lo mejor de nosotros mismos, lo lograremos", vaticinó.
 
Triunfalismo económico
 
El presidente del Gobierno instó a las fuerzas sociales y a las comunidades autónomas a trabajar para que en los próximos tres años se reduzcan un 25 por ciento las muertes por accidentes laborales.

Zapatero hizo un análisis de la evolución económica española durante la legislatura, y recordó que "nunca antes en la historia se crearon al año 900.000 empleos" ni las cuentas públicas habían tenido un superávit del uno por ciento del PIB.

Además, avanzó que España seguirá creciendo por encima del promedio europeo, y "alcanzaremos la renta per capita media europea al final de la legislatura, por fin y por primera vez en nuestra trayectoria".

"El ritmo de crecimiento actual permitirá superar de aquí a cuatro años a países como Italia en renta per capita", añadió Zapatero, quien recordó también que acuerdos como la reforma laboral hará bajar la tasa de contratos temporales por debajo del 30 por ciento a finales de 2007.

Prometió que en 2007 la tasa de paro se situará por debajo del 8 por ciento, inferior a la media europea, y que la tasa de paro femenina estará por primera vez por debajo 10 por ciento.
 
Otro objetivo de su gabinete, según comentó, es que el ratio de deuda pública esté por debajo del 34 por ciento de aquí a 3 ó 4 años, "una deuda pública que será la mitad de la UE a quince, la mitad de Estados Unidos y la cuarta parte de Japón".

Inmigrantes "con el corazón"
 
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió hoy, en su discurso de clausura de la Convención Política del PSOE, que las políticas de inmigración deben llevarse a cabo "con la cabeza, bastante con el corazón y nunca con las tripas", sobre todo, dijo, "con las de algunos".

Zapatero hizo estas consideraciones durante una alocución en la que defendió el proceso de regularización de trabajadores extranjeros en situación de ilegalidad que llevó a cabo su Gobierno, y que la oposición del PP critica por su supuesto "efecto llamada" para la inmigración ilegal.

El jefe del Ejecutivo afirmó que esta política ha sido "positiva" y que si los sindicatos y los empresarios la acordaron en 2005 con el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, fue porque los principales perjudicados por el empleo fraudulento y sin derechos de "muchos" extranjeros eran los trabajadores españoles, ya que esto se traducía en un empeoramiento de sus propias condiciones laborales.

Zapatero aseguró que el Gobierno ha hecho "la política conveniente y el esfuerzo necesario" para hacer cumplir el principio de legalidad que se estableció "desde el primer día" en esta materia y que se tradujo en garantizar el respeto a las normas "para entrar, para salir repatriado y para aquellos que habían entrado y estaban trabajando ilegalmente".

La respuesta que ofreció para la "gran pregunta" de cómo "articular la convivencia" con los inmigrantes fue la defensa de la cohesión y la aprobación de políticas sociales que garanticen a los venidos de fuera sus derechos, pero sin que esto represente que ningún ciudadano español vea limitados los suyos.

Según el presidente, lo que no es admisible es "mirar hacia otro lado, echar la culpa a los de fuera y hacer demagogia", una actitud que, en lo que se refiere a la inmigración siempre le ha "repugnado", según dijo, ya que se habla de "seres humanos que sufren".

El presidente del Gobierno se mostró convencido de que España y los españoles serán capaces de superar el reto de "articular la convivencia con la inmigración" y recordó que la "buena salud" de la economía y de la Seguridad Social se deben en "buena medida" a las cotizaciones de los inmigrantes.

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