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El centroderecha derrota a la izquierda del primer ministro Persson en las elecciones suecas

La Alianza de centroderecha, liderada por el conservador John Fredrik Reinfeldt, ha derrotado al bloque de izquierda del primer ministro socialdemócrata Goeran Persson en las elecciones legislativas suecas. Cuando se han contabilizado el 99 por ciento de los votos, la oposición obtiene el 48,1 por ciento de los votos frente al 46,2 por ciento del bloque de izquierda, según datos facilitados por las autoridades electorales suecas. La victoria de Reinfeldt pone fin a doce años de gobierno socialdemócrata.

La Alianza de centroderecha, liderada por el conservador John Fredrik Reinfeldt, ha derrotado al bloque de izquierda del primer ministro socialdemócrata Goeran Persson en las elecciones legislativas suecas. Cuando se han contabilizado el 99 por ciento de los votos, la oposición obtiene el 48,1 por ciento de los votos frente al 46,2 por ciento del bloque de izquierda, según datos facilitados por las autoridades electorales suecas. La victoria de Reinfeldt pone fin a doce años de gobierno socialdemócrata.

L D (EFE) El Partido Socialdemócrata logró el 35,2 por ciento, 4,7 puntos menos que en las elecciones de 2002, mientras sus aliados del Partido de la Izquierda y el del Medio Ambiente lograron el 5,8 y el 5,2 por ciento, respectivamente.

El Partido Moderado de Reinfeldt fue el gran triunfador de las elecciones al subir 11 puntos y alcanzar el 26,1 por ciento de los votos. Los otros tres partidos de la Alianza tuvieron resultados dispares: el Partido Centrista ganó 1,7 puntos (7,9 por ciento), pero el Partido Liberal perdió 5,8 (7,5 por ciento) y el Cristianodemócrata, 2,5 (6,6 por ciento). Otros partidos como Iniciativa Feminista o el ultraderechista Demócratas de Suecia se quedaron lejos de la barrera mínima del 4 por ciento para entrar en el Parlamento, si bien este último logró varias concejalías y se sentará por primera vez en las cámaras de al menos dos regiones suecas. La participación alcanzó el 80,4 por ciento, 1,3 puntos por encima de los comicios de 2002.
 
Los comicios generales, como es tradición, coincidieron con los municipales y regionales. Los primeros sondeos difundidos tras el cierre de los colegios apuntaban a una victoria clara de la oposición, por más de 4 puntos según la televisión pública SVT, pero la noche electoral estuvo marcada al contrario por el suspense, dada la igualdad que ofrecieron los primeros datos oficiales. Sólo cuando se había escrutado cerca del 78 por ciento, la Alianza se puso por delante y comenzó a despegarse lentamente del bloque rival.
 
Reinfeldt saludó su triunfo como el de un "equipo" que se había atrevido a "retarse" a sí mismo, a reconocer sus fallos y a desarrollar una alternativa de gobierno, y que esa línea debía continuar en el futuro. El líder conservador, de 41 años y que asumió el liderazgo en 2003 tras la debacle electoral de su partido, se felicitó por haber conseguido "el mejor resultado de un partido de centro-derecha en los tiempos modernos y el mayor avance de un partido en la historia de Suecia".
 
Pocos minutos después de que Reinfeldt se proclamara vencedor, Persson anunció que este lunes presentará la dimisión de su gobierno y que convocará un congreso extraordinario en marzo en el que dejará su puesto al frente del Partido Socialdemócrata. Entre los aplausos de sus compañeros, Persson, de 57 años, declaró que una nueva generación debía asumir la dirección del partido y buscar la victoria en 2010, pero resaltó también que era necesario mantener la línea política actual y hacer una oposición "fuerte" ante el cambio de sistema que se avecina. "Ni puedo ni debo dirigir ese trabajo después de un liderazgo tan largo y con casi 60 años, serán otros los que lo hagan", afirmó Persson, quien asumió el puesto de líder del partido y de primer ministro en 1996, tras la dimisión del también socialdemócrata Ingvar Carlsson. Persson negó que hubiera habido errores en la campaña, sólo el no haber reaccionado antes, y señaló que con una semana más la coalición de izquierda hubiera ganado los comicios.
 

La victoria de la Alianza es ante todo un triunfo personal de Reinfeldt, que supo unir por primera vez en la historia a los partidos de centro-derecha bajo un mismo programa y optó por abandonar la tradicional línea de la derecha de oposición frontal al modelo de bienestar social por una línea más moderada. Sus críticas a la política laboral del Gobierno fueron uno de los puntos centrales de una oposición que supo convencer al electorado pese a la buena salud de las finanzas públicas y al dominio tradicional de la socialdemocracia, que ha gobernado Suecia 65 de los últimos 74 años.

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