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Los golpistas de Tailandia declaran que no buscan gobernar el país y que devolverán "el poder a la gente"

El gobierno de Tailandia ha sido depuesto por un golpe de Estado militar que ha resultado incruento y que es visto con cierta normalidad por parte de la población, que observaba la degradación de la situación política en los últimos meses. El líder militar de la revuelta ha declarado que "querríamos reafirmar que no tenemos ninguna intención de gobernar el país y que devolveremos el poder a la gente tan pronto como sea posible", pero sin precisar cuándo. Estaban previstas unas elecciones a finales de año. El general Sondhi Boonyaratglin, jefe del Ejercito y cabecilla del golpe de Estado, asumió este martes la jafatura del Gobierno tras entrevistarse con el Rey.

El gobierno de Tailandia ha sido depuesto por un golpe de Estado militar que ha resultado incruento y que es visto con cierta normalidad por parte de la población, que observaba la degradación de la situación política en los últimos meses. El líder militar de la revuelta ha declarado que "querríamos reafirmar que no tenemos ninguna intención de gobernar el país y que devolveremos el poder a la gente tan pronto como sea posible", pero sin precisar cuándo. Estaban previstas unas elecciones a finales de año. El general Sondhi Boonyaratglin, jefe del Ejercito y cabecilla del golpe de Estado, asumió este martes la jafatura del Gobierno tras entrevistarse con el Rey.
LD (EFE) Mientras se despejan las dudas sobre si darán contenido a esas palabras sobre el mantenimiento de la democracia en Tailandia, no se detienen en su intención de ocupar y ejercer el poder. Los líderes militares han dado poderes a los comandantes regionales del ejército para dirigir la nueva política en Tailandia, tras el golpe de Estado contra el primer ministro, Thaksin Shinawatra, mientras se encontraba en Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU. "Los gobernadores, destacados funcionarios, y decanos de universidades deben presentarse ante los comandantes regionales, y de no hacerlo así, corren el riesgo de ser duramente castigados", indicó hoy la cúpula militar en un comunicado.
 
Los militares buscan, según propias declaraciones, "resolver el conflicto" institucional "y devolver la normalidad y la armonía al pueblo". La revuelta militar se autodenomina Consejo para la Reforma Administrativa, y ha acusado al primer ministro tailandés de intentar destruir las instituciones democráticas en Tailandia.

Los jefes de la asonada declararon este miércoles jornada festiva, y convocaron una reunión de destacados funcionarios de la Administración, incluidos los diplomáticos "con el propósito de restablecer pronto el orden y la ley". Por otro lado, convocaron en otra reunión que se celebrará en el cuartel general de las Fuerzas Armadas a los ejecutivos de las mayores empresas del país y a los decanos de diferentes universidades. El general Sondhi Boonyaratglin, jefe del Ejercito y cabecilla del golpe de Estado asumió el martes la jefatura del gobierno provisional, declaró la creación de un "Consejo Administrativo para la Reforma" y su lealtad al Rey Bhumibol Adulyadej.

Los golpistas acusan a Shinawatra, un ex oficial de policía y multimillonario convertido en político, de corrupción, deslealtad a la Corona y de pervertir las instituciones democráticas. Shinawatra, que en un principio tenía previsto adelantar su discurso en la ONU, finalmente tuvo que suspenderlo. Fuentes de la ONU dijeron a EFE que la decisión de Shinawatra "no significa que Tailandia no vaya a tomar la palabra ante la Asamblea General de la ONU, sólo quiere decir que el primer ministro no lo hará hoy" (el martes). "Para Naciones Unidas Thaksin Shinawatra sigue siendo el primer ministro y el representante que el Gobierno de Tailandia ha enviado aquí", dijeron las fuentes que también precisaron que la delegación tailandesa no comentó los motivos de la cancelación del discurso.

Según fuentes de su partido el "Thai Rak Thai" (Tailandeses Aman lo Thai), el primer ministro está sopesando ahora si regresar al país desde Nueva York. Shinawatra "decidirá en las próximas horas" si viaja a Bangkok, dijo a Efe un destacado miembro de la comisión ejecutiva del "Thai Rak Thai", que pidió el anonimato por motivos de seguridad. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió calma a la población tailandesa ante el golpe de Estado que ha sufrido el país, y aseguró que las Naciones Unidas no apoyan ningún cambio de gobierno que no sea democrático. En declaraciones recogidas por la CNN, Annan reconoció que no tenía "todos los detalles" de lo que ocurría en el país asiático, aunque podía decir que rechaza todo cambio gubernamental que no provenga de las urnas. Al pueblo tailandés le recomendó que se mantenga en calma, y recordó que en el pasado ha sido capaz de construir una "democracia y unas instituciones sólidas, bajo el liderazgo del rey del país".

 
Además, estos hechos provocaron la suspensión de la reunión que tenía previsto mantener el viceprimer ministro de Tailandia, Surakiat Sathirathai, con el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en el marco de la Asamblea General de la ONU, que había sido solicitado por el responsable tailandés. La Cancillería mexicana también manifestó en un comunicado que se mantiene atenta a la evolución de los acontecimientos en Tailandia y expresó su confianza en que la "difícil situación que enfrenta ese país amigo se resuelva por la vía pacífica y en el marco de la ley". La primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, condenó hoy el golpe militar e instó "a todos los actores civiles y militares a resolver sus diferencias por medios pacíficos, y a actuar de acuerdo a la constitución tailandesa y los principios democráticos".

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