L D (EFE) "Hubo hoy un secreto y ese fue Sergio", confesó Olazábal tras su triunfo en el fourball matinal y sin problemas -3 hoyos de ventaja y 2 por jugarse- frente al dúo Toms-Wetterich. Por la tarde, los jóvenes García y Donald, que no alcanzan los 30 años y que formaran pareja de éxito en la última Ryder de 2004, derrotaron por dos hoyos de ventaja a Tiger y Furyk, primer y tercer jugadores del mundo, respectivamente. Atravesado el primer capítulo de los partidos por parejas, los estadounidenses sólo han conseguido ganar un único partido de ocho disputados. Tiger y Furyk abrieron la competición con victoria, por primera vez desde 1999, frente al ídolo local Padraig Harrington y el escocés Colin Montgomerie, el veterano de 43 años que hoy cedió los galones al poderoso García.
Pero ahí se detuvo la maquinaria visitante. La estrategia del capitán norteamericano Tom Lehman de vertebrar a su equipo sobre las parejas Tiger-Furyk y Mickelson-DiMarco naufragó. Ambos dúos repitieron para la tarde y, de sus partidos, sólo salió medio punto. Por cuarta Ryder consecutiva, Europa comenzó la primera sesión matinal con ventaja (2,5 a 1,5). De los cuatro partidos matinales el equipo estadounidense sólo pudo sumar el triunfo en el citado primer duelo de Tiger.
Por la tarde y en el foursomes (golpes alternos), se firmaron tablas en tres de los cuatro encuentros y sólo García y Luke Donald inclinaron la balanza hacia el lado europeo en una competición muy equilibrada, tanto que todos los partidos concluyeron en el hoyo 18, excepto el matinal de García y Olazábal que quedó visto para sentencia en el 16. Tiger y Furyk, como se preveía una pareja con futuro después de ímprobos esfuerzos por acomodar al número uno del mundo, golpearon los primeros en la Copa Ryder.
Furyk y Tiger se convirtieron en una pareja cohesionada tras la última Copa Presidente (EE.UU. frente al resto del Mundo menos Europa). En el primer envite de ambos en la Ryder derrotaron a dos de los pesos pesados de la formación europea, el escocés Montgomerie, el hombre con mejor récord en Ryder sobre el césped del K Club, y el ídolo local, el irlandés Harrington. Pero casi al cierre de la jornada, García y Donald, los mejores europeos en la clasificación mundial -octavo y noveno, respectivamente-, acabaron con las esperanzas de Tiger de por fin conseguir una pareja del todo compacta.
El espectáculo de García tuvo su prólogo junto al vasco Olazábal, este último, con 40 años, de vuelta a la Ryder siete años después y quienes por primera vez formaban pareja. García estuvo inconmensurable con el putt. El palo que más obstruye su camino hacia la consecución de un "Grande", le funciona casi a la perfección cuando el castellonense se enfrenta con un partido de Copa Ryder.
Esta cuestión, digna de estudio, resultó vital para que David Toms y el debutante Wetterich siempre fueran por debajo en el tanteador y cedieran en el green del hoyo 16. Significativos y conmovedores fueron el abrazo prolongado y las muestras de afecto que García y Olazábal se regalaron tras consumar su cómodo triunfo.
Por la tarde y frente a Tiger, Sergio García pegó dos approach para el recuerdo en los hoyos 16 y 17, para dejar a su amigo Donald dos putts de menos de un metro que dejaron el partido casi decantado. Sin duda, estos dos golpes fueron los mejores del día, junto al último putt que embocó Monty de tres metros y que facilitó el último empate de la jornada.
Pero ahí se detuvo la maquinaria visitante. La estrategia del capitán norteamericano Tom Lehman de vertebrar a su equipo sobre las parejas Tiger-Furyk y Mickelson-DiMarco naufragó. Ambos dúos repitieron para la tarde y, de sus partidos, sólo salió medio punto. Por cuarta Ryder consecutiva, Europa comenzó la primera sesión matinal con ventaja (2,5 a 1,5). De los cuatro partidos matinales el equipo estadounidense sólo pudo sumar el triunfo en el citado primer duelo de Tiger.
Por la tarde y en el foursomes (golpes alternos), se firmaron tablas en tres de los cuatro encuentros y sólo García y Luke Donald inclinaron la balanza hacia el lado europeo en una competición muy equilibrada, tanto que todos los partidos concluyeron en el hoyo 18, excepto el matinal de García y Olazábal que quedó visto para sentencia en el 16. Tiger y Furyk, como se preveía una pareja con futuro después de ímprobos esfuerzos por acomodar al número uno del mundo, golpearon los primeros en la Copa Ryder.
Furyk y Tiger se convirtieron en una pareja cohesionada tras la última Copa Presidente (EE.UU. frente al resto del Mundo menos Europa). En el primer envite de ambos en la Ryder derrotaron a dos de los pesos pesados de la formación europea, el escocés Montgomerie, el hombre con mejor récord en Ryder sobre el césped del K Club, y el ídolo local, el irlandés Harrington. Pero casi al cierre de la jornada, García y Donald, los mejores europeos en la clasificación mundial -octavo y noveno, respectivamente-, acabaron con las esperanzas de Tiger de por fin conseguir una pareja del todo compacta.
El espectáculo de García tuvo su prólogo junto al vasco Olazábal, este último, con 40 años, de vuelta a la Ryder siete años después y quienes por primera vez formaban pareja. García estuvo inconmensurable con el putt. El palo que más obstruye su camino hacia la consecución de un "Grande", le funciona casi a la perfección cuando el castellonense se enfrenta con un partido de Copa Ryder.
Esta cuestión, digna de estudio, resultó vital para que David Toms y el debutante Wetterich siempre fueran por debajo en el tanteador y cedieran en el green del hoyo 16. Significativos y conmovedores fueron el abrazo prolongado y las muestras de afecto que García y Olazábal se regalaron tras consumar su cómodo triunfo.
Por la tarde y frente a Tiger, Sergio García pegó dos approach para el recuerdo en los hoyos 16 y 17, para dejar a su amigo Donald dos putts de menos de un metro que dejaron el partido casi decantado. Sin duda, estos dos golpes fueron los mejores del día, junto al último putt que embocó Monty de tres metros y que facilitó el último empate de la jornada.