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Corea del Sur, Japón y China advierten a Pyongyang de "las consecuencias" que acarrearía una nueva prueba nuclear

Los gobiernos de Corea del Sur, Japón y China han exigido por separado a la dictadura de Pyongyang que abandone su plan de realizar una nueva prueba nuclear militar. Tras una reunión de emergencia en Seúl, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Choo Kyu-ho, responsabilizó al régimen comunista de "todas las consecuencias" que puedan derivarse de tal acto. Desde Pekín, las autoridades diplomáticas exigieron a los norcoreanos que mantengan "la calma y la contención". En Tokio, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, pidió a la comunidad internacional responder con "firmeza". Los organismos de seguridad de las tres naciones han decretado la alerta máxima.

Los gobiernos de Corea del Sur, Japón y China han exigido por separado a la dictadura de Pyongyang que abandone su plan de realizar una nueva prueba nuclear militar. Tras una reunión de emergencia en Seúl, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Choo Kyu-ho, responsabilizó al régimen comunista de "todas las consecuencias" que puedan derivarse de tal acto. Desde Pekín, las autoridades diplomáticas exigieron a los norcoreanos que mantengan "la calma y la contención". En Tokio, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, pidió a la comunidad internacional responder con "firmeza". Los organismos de seguridad de las tres naciones han decretado la alerta máxima.
LD (EFE) El portavoz del Ministerio de Exteriores de Corea del Sur, Choo Kyu-ho, exigió a la dictadura comunista norcoreana que abandone su plan para realizar una nueva prueba nuclear. Tras analizar la "amenaza" en una reunión con los principales responsables en materia de seguridad, responsabilizó al régimen de Pyongyang de "todas las consecuencias" que puedan derivarse de tal acto.
 
Choo Kyu-ho expresó "la grave preocupación y malestar" de Seúl ante el anuncio que hizo este lunes Pyongyang de que hará un test nuclear "en un futuro" aún por determinar y para aumentar su capacidad de "disuasión bélica" ante la hostilidad de EEUU. El diez de febrero pasado, Corea del Norte confirmó que su arsenal incluye armas atómicas.
 
En su reacción, el Gobierno surcoreano reafirmó su posición de que "nunca será aceptable que Corea del Norte posea armas nucleares" y urgió a Pyongyang a "renunciar inmediatamente al plan de realizar una prueba nuclear". En una intervención televisada, el portavoz de Exteriores del Sur subrayó que "Corea del Norte cargará con la entera responsabilidad de todas las consecuencias derivadas de un test nuclear". Añadió que el régimen norcoreano "no debe llevar a cabo más acciones que empeoren la situación actual y ha de retornar a las conversaciones a seis bandas" encaminadas a desmantelar su programa nuclear.
 
Esas conversaciones, en las que participan las dos Coreas, EEUU, China, Japón y Rusia, fueron lanzadas en el año 2003 después de que Pyongyang decidiera retomar en octubre del 2002 un programa nuclear militar prohibido en 1994. La última ronda de estas negociaciones se celebró en noviembre pasado en Pekín, pero acabó en un rotundo fracaso al decidir Corea del Norte bloquear el proceso de diálogo mientras EEUU no retire las sanciones impuestas a varias instituciones financieras internacionales y norcoreanas por blanqueo de dinero.
 
Desde Tokio, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, dijo que los planes de Corea del Norte son "inaceptables" y que la comunidad internacional debería responder "con firmeza" a tal eventualidad. "Japón y el mundo no tolerarán en absoluto una prueba nuclear (de Corea del Norte)", aseveró. En otra reacción, el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Taro Aso, afirmó que un test nuclear por parte de Corea del Norte sería una acción "totalmente imperdonable" que amenazaría la paz en el este de Asia. En caso de que se llevara a cabo esa prueba, añadió, su país tomaría medidas "severas" en cooperación con la comunidad internacional.
 
Por su parte y mediante un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno chino pidió al de Corea del Norte que "mantenga la calma y la contención". El texto, firmado por el portavoz Liu Jianchao dice que "China espera también que todas las partes implicadas expresen su preocupación a través del diálogo y las consultas, y no tomando medidas que empeoren la situación". Además, confirma que la próxima semana se celebrará en Pekín una cumbre entre el presidente de China, Hu Jintao, y su homólogo surcoreano, Roh Moo-hyun.

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