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Garzón busca una argucia para que el caso de los peritos no recaiga en la juez Gallego

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decidió este jueves inhibirse de la investigación acerca de la supuesta falsedad del informe pericial que relacionaba a ETA con el 11-M y remitir las actuaciones a los Juzgados de Madrid. En una compleja maniobra jurídica para que el caso de los peritos no caiga en manos de la juez de Instrucción Gema Gallego, Garzón pretende que ésta sólo investigue la denuncia contra los mandos policiales mientras que su imputación a los subordinados pase a reparto. De momento, queda anulada la comparecencia de los peritos prevista para el próximo día 18. Gema Gallego, ya ha citado a los peritos para que presten declaración como testigos.

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decidió este jueves inhibirse de la investigación acerca de la supuesta falsedad del informe pericial que relacionaba a ETA con el 11-M y remitir las actuaciones a los Juzgados de Madrid. En una compleja maniobra jurídica para que el caso de los peritos no caiga en manos de la juez de Instrucción Gema Gallego, Garzón pretende que ésta sólo investigue la denuncia contra los mandos policiales mientras que su imputación a los subordinados pase a reparto. De momento, queda anulada la comparecencia de los peritos prevista para el próximo día 18. Gema Gallego, ya ha citado a los peritos para que presten declaración como testigos.

L D (Agencias) El magistrado tomó esta decisión después de que la Fiscalía le solicitara la inhibición al entender que el delito de falsedad supuestamente cometido por tres peritos que relacionaron el 11-M y ETA -que se desprende de las diligencias practicadas hasta ahora- no es competencia de la Audiencia Nacional.  

Garzón ha remitido una copia de las actuaciones a la titular del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, Gema Gallego, que ha citado para este viernes como testigos a dos de los tres peritos imputados por él, Isabel López y Manuel Escribano y que el lunes interrogará al tercero, Pedro Manrique. Sin embargo, Garzón intenta evitar que la juez Gallego asuma las diligencias contra los peritos. La razón: pertenece a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la asociación de jueces considerados conservadores. El juez considera "subjetivamente" que los hechos que ambos investigan no son los mismos.

De esta forma, Garzón quiere que la juez Gallego tome declaración a los peritos en el marco de la causa abierta a raíz de las denuncias que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y la plataforma España y Libertad presentaron en los Juzgados de la plaza de Castilla de Madrid contra el ex comisario general de Información Telesforo Rubio y los superiores de los tres agentes imputados. Además, la magistrada ha recibido de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, que considera que son los Juzgados de Madrid los competentes para investigar los hechos, la documentación que el diario "El Mundo" envió al juez Juan del Olmo, instructor del 11-M, y otra remitida por la Comisaría General de Policía Científica.

Garzón considera, por tanto, que mientras la juez de Madrid investiga si los mandos policiales cometieron una falsedad, él ha encontrado indicios -cuando indagaba si el ácido bórico al que se refieren los informes periciales podía derivar en una imputación por tenencia de explosivos para Hassan El Haski, procesado por el 11-M- de que fueron sus subordinados quienes alteraron un documento. De hecho, el juez exculpa en uno de sus autos a los mandos Telesforo Rubio, Francisco Ramírez y Miguel Ángel Santano al asegurar que "no se aprecia dolo en la conducta desarrollada por cada uno de ellos" cuando rechazaron el informe de los peritos por no estar de acuerdo con sus conclusiones, y dice que su actuación "se enmarca en el ámbito de las propias competencias respecto de un documento que no alcanzó carácter oficial".

Así, el juez estima -con el respaldo de la Fiscalía- que los hechos son distintos y que las diligencias deben ser remitidas al decanato de los Juzgados de Madrid para que éste lo pase a reparto, y no vayan necesariamente al número 35.

Mientras tanto, Garzón seguirá investigando a El Haski "hasta tanto concluyan las diligencias solicitadas en relación al empleo y utilización del ácido bórico" encontrado en el registro de la vivienda que ocupaba en Lanzarote cuando fue detenido en diciembre de 2004.

La inhibición de Garzón supone "dejar en suspenso la citación que, para la toma de declaración a los imputados, se había fijado para el día 18 con el fin de que sea el Juzgado que resulte competente el que lo haga".

 

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