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Zapatero descalifica a la oposición como una "nueva extrema derecha" que "cuestiona el resultado electoral" del 14-M

La condena del terrorismo callejero y del exhibicionismo impune de ETA-Batasuna volvió a brillar por su ausencia. En su lugar, Zapatero la emprendió contra "una nueva extrema derecha" que, según dijo, pretende revisar la historia, delegitimar a las instituciones y poner en cuestión los resultados electorales. Mientras la libertad está arruinada en el País Vasco por terroristas como los que este fin de semana han vuelto a quemar autobuses y cajeros, el secretario general del PSOE clausuró la conferencia política de su partido con un discurso de dimensiones castristas, triunfalismo mesiánico y enquistado resentimiento. Zapatero ha obtenido un respaldo entusiasta para sus tratos con ETA, sin necesidad de garantizar que no habrá concesiones.

La condena del terrorismo callejero y del exhibicionismo impune de ETA-Batasuna volvió a brillar por su ausencia. En su lugar, Zapatero la emprendió contra "una nueva extrema derecha" que, según dijo, pretende revisar la historia, delegitimar a las instituciones y poner en cuestión los resultados electorales. Mientras la libertad está arruinada en el País Vasco por terroristas como los que este fin de semana han vuelto a quemar autobuses y cajeros, el secretario general del PSOE clausuró la conferencia política de su partido con un discurso de dimensiones castristas, triunfalismo mesiánico y enquistado resentimiento. Zapatero ha obtenido un respaldo entusiasta para sus tratos con ETA, sin necesidad de garantizar que no habrá concesiones.
LD (Agencias)  El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lamentó la existencia en España de "una nueva extrema derecha" que, a su juicio, pretende revisar la historia, deslegitimar a las instituciones y poner en cuestión los resultados electorales.

Zapatero hizo esta consideración en su intervención de hora y cuarto en el acto de clausura de la Conferencia Política del PSOE, en la que acusó al PP de tener miedo a España y, por ello, quererla tener atada, y, ante el diálogo con ETA, rechazó la impaciencia y aseguró que "la esperanza está en pie".

El jefe del Ejecutivo hizo un repaso de lo que el PSOE representa en favor de la igualdad social y, tras defender la valentía de los principios socialistas, consideró que éstos han defendido un proyecto para mejorar España pero no han estado solos.

"No lo hemos hecho sólo nosotros, pero nosotros lo hemos hecho y, sin nosotros, no se hubiera hecho", aseguró Zapatero, quien reconoció los méritos de "la derecha democrática" por "su papel en la Transición, en la llegada de las libertades, en la conquista de la Constitución, en su firmeza ante el inmovilismo y el golpismo, y por su contribución a la entrada en la UE".

Y tras extender ese reconocimiento "a los nacionalistas y a la izquierda comunista", contrastó esa derecha democrática con "una nueva extrema derecha que pretende revisar la historia e, incluso solapadamente, hacer una nueva valoración de la dictadura, deslegitimar las instituciones y poner en cuestión el resultado electoral".

"Por eso quiero reivindicar a la derecha democrática, y quiero quedarme hoy aquí", dijo Zapatero sin citar expresamente al PP.

Ante la actitud de esta formación política, comentó que es difícil debatir con un partido "que siempre usa el insulto mayor y la descalificación y está en la crispación".

Además, opinó que esa crispación del PP no es fruto de que no ha digerido la derrota electoral de 2004, sino de las que tiene por delante en los próximos años.
 
Los neoconservadores, vistos por Zapatero

Zapatero consideró que los denominados principios neoconservadores que dice defender el PP tienen poco de nuevos y se fundamentan, sobre todo, en apelar al miedo a la libertad, a la igualdad, a extender derechos y libertades, a la creación cultural y a las reformas territoriales.

"Porque en el fondo –aseguró– tienen miedo a España, y por eso siempre la han querido tener atada".

Zapatero destacó la ambición del PSOE de ganar el futuro y pidió a los socialistas que dejen a la derecha que pierda el tiempo en "reparar el pasado, su pasado".

En ese futuro, se refirió al proceso de diálogo con ETA para señalar que el camino hacia la paz en el País Vasco es "incompatible con la impaciencia" y aseverar que, pese a las dificultades que puede haber, "la esperanza está en pie".

En un repaso de diversas medidas de su Gobierno, se refirió a la ley antitabaco, el carné de conducir por puntos y las leyes de igualdad y de dependencia.

Se refirió también a la importancia que tendrá el desarrollo de las leyes de Educación y de Universidades, momento en el que reiteró que el Ministerio de Educación será el que incremente más su presupuestos en 2007, y anunció que, para el próximo ejercicio, se va a proponer a Comunidades Autónomas y Universidades un programa para la construcción de diez mil viviendas de alquiler para jóvenes universitarios y becarios investigadores.

Adelantó también que el próximo año habrá nuevas leyes del agua, del suelo y de desarrollo rural y comprometió su apoyo especial al mundo de la cultura con leyes del libro y la lectura, del cine y de la música.

Zapatero defendió las reformas de los Estatutos de autonomía y dijo que en 2007 muchas de ellas entrarán en vigor, lo que consideró un momento interesante para hacer una valoración de quién tiene un proyecto de España o, simplemente, "tiene un discurso contra el Gobierno de España".

Al hilo de ello, dijo que, ayer, el líder del PP, Mariano Rajoy, y el del PP catalán, Josep Piqué, se ofrecieron a CiU para gobernar en Cataluña, y contrastó ese ofrecimiento con acusaciones anteriores a los nacionalistas de "querer romper España".
 
De un "gobierno débil" a un "Estado fuerte"

Ante el futuro de España, Zapatero (quien dijo que se encontró un Gobierno débil y ha adoptado medidas para fortalecerlo como más plazas de policías y guardias civiles) dijo que hay dos preguntas esenciales, cómo crecer y cómo vivir en un país con un cambio trascendente en su demografía a causa, entre otros motivos, de la inmigración.

A la primera pregunta, respondió con una fuerte apuesta por la educación, la innovación, la investigación, las energías renovables y una nueva política de urbanismo, ante la que defendió "la limpieza en la gestión".

Respecto al cambio demográfico, hizo hincapié en la necesidad de fomentar la convivencia y no hacer demagogia ante la inmigración, fenómeno ante el que defendió políticas que se desarrollen "con la cabeza, bastante con el corazón y nunca con las tripas".

Zapatero respaldó también a las tropas españolas que van a participar en la misión de la ONU en el Líbano y dijo que, a partir de ahora, España estará ya siempre al servicio de la ONU y de la paz, y no de "guerras ilegales y grandes potencias".

Zapatero se refirió a la puesta en marcha de la televisión del PSOE y, entre bromas, pidió a sus responsables que den un espacio a los habituales portavoces del PP porque son "uno de los mejores argumentos" de la labor socialista.
 

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