(Libertad Digital) De esta forma, se conseguiría la legalización y la aceptación de la mesa de partidos, y por tanto, se constataría lo irreversible del proceso y se produciría lo que Zapatero caracterizó como "momento trascendental". Este paso iría acompañado de una declaración expresa del presidente del Gobierno reconociendo la importancia de la izquierda abertzale como parte de la sociedad vasca.
A partir de ese momento, Batasuna-ETA podría defender posiciones independentistas o la autodeterminación desde la legalidad. Por otro lado, según indica el diario, el Ejecutivo ha conseguido aislar del proceso reveses como la situación de Ignacio de Juana Chaos. El Gobierno ha recibido garantías de que se trata de un caso aislado y personal, al margen de la posición de la gran mayoría del colectivo de presos.
El Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ha ido recibiendo garantías de que los primeros actos de violencia callejera no estaban motivados por decisiones estratégicas de ETA y que los que se han producido recientemente tienen más que ver con la situación de De Juana que con el propio "proceso".
En cuanto al asunto de Navarra, el Gobierno ha indicado que la mesa no incluiría en ningún caso este caso. No obstante, el Ejecutivo no impediría un debate dentro de las instituciones. Es decir, que si los partidos navarros plantean la integración en el País Vasco hay procedimientos legales para hacerlo. Pero el debate, indica el Gobierno, debe realizarse "dentro de las instituciones".
Así pues, El Gobierno ha condicionado la formación de al mesa de partidos a que Batasuna-ETA acepte la vía política. Para eso ha habido contactos bilaterales y multilaterales entre los distintos partidos vascos y La Moncloa no deja de traslada a ETA que se trabaja para buscar una solución.