L D (EFE) El ex presidente del Gobierno José María Aznar considera, en el prólogo de un libro sobre terrorismo islamista, que "todos aquellos que creen que es mejor hacer concesiones para alcanzar una paz inestable caen presa del terrorismo y están muy engañados".
Aznar presenta estos argumentos en el prólogo de una recopilación de estudios sobre el terrorismo publicada bajo el título "Counterterrorism Strategies, éxitos y fracasos de seis naciones", informó por medio de un comunicado la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside el ex jefe del Ejecutivo.
En su texto, Aznar explica cómo en marzo de 2004 ETA no estaba "completamente destruida", pero su capacidad operativa "había quedado reducida al mínimo". "ETA no había podido matar a nadie en un año porque ya no disponía de los medios necesarios para hacerlo y, es más, sus argumentos eran menos creíbles y convincentes que nunca", afirma Aznar.
Advierte de que el terrorismo "se mantiene gracias a una extorsión continuada que incluye el crimen organizado" y que "suele utilizar un brazo político para legitimar sus crímenes". Asimismo afirma que el terrorismo "utiliza a menudo los medios (de comunicación) para transmitir su propaganda" y "depende de su habilidad para captar nuevos miembros".
"Para acabar con el terrorismo necesitamos una política que toque todos estos aspectos como parte de un enfoque integrado; sólo entonces separaremos a las organizaciones terroristas y a sus miembros de las sociedades a las que dicen representar". Para ello, el ex presidente del Gobierno aconseja obtener un conocimiento profundo del enemigo al que nos enfrentamos y "desmantelar las células terroristas y encarcelar a tantos miembros de la organización como sea posible".
Esta labor corresponde, según Aznar, a "los servicios de inteligencia, de la policía y del ejército aplicando las leyes nacionales". A juicio de FAES, el ex presidente del Gobierno "renueva su firmeza en el combate del terrorismo yihadista" al afirmar que se trata de un "fenómeno totalmente reaccionario que busca la destrucción total de nuestro modo de vida, es decir, de nuestras sociedades libres".
En este sentido, agregó que sobrepasa también las acciones letales a las que hasta ahora estaban acostumbrado las sociedades y hace que el grado de criminalidad al que los gobiernos democráticos se han tenido que enfrentar hasta ahora parezca "ridículo". Explica, además, cómo la intervención en Irak para acabar con Saddam Hussein se puede ver como parte de esta guerra contra el terrorismo.
"Debemos comprender que un fenómeno que une a una causa que es capaz de hacer chocar una barcaza llena de explosivos contra un buque de guerra de los EEUU, de los ataques terroristas del 11-S, de volar el metro de Londres, de asesinar a Theo Van Gogh y de atacar un colegio en Rusia, requiere que nos replanteemos los recursos que necesitamos para luchar contra él", concluye.