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La orden de los mandos para borrar las alusiones a ETA

La juez Gema Gallego ha levantado parcialmente el secreto de sumario sobre las diligencias previas abiertas a raíz de una querella presentada por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M el pasado 22 de septiembre. Está dirigida contra el ex comisario general de Información, Telesforo Rubio, el secretario general de la Comisaría General de Policía Científica, Pedro Luis Mélida, y el jefe de sección de la Policía Científica, Francisco Ramírez. El Mundo sostiene que por lo conocido hasta ahora "se demuestra que los peritos facilitaron a Garzón datos suficientes para actuar contra los mandos policiales".

La juez Gema Gallego ha levantado parcialmente el secreto de sumario sobre las diligencias previas abiertas a raíz de una querella presentada por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M el pasado 22 de septiembre. Está dirigida contra el ex comisario general de Información, Telesforo Rubio, el secretario general de la Comisaría General de Policía Científica, Pedro Luis Mélida, y el jefe de sección de la Policía Científica, Francisco Ramírez. El Mundo sostiene que por lo conocido hasta ahora "se demuestra que los peritos facilitaron a Garzón datos suficientes para actuar contra los mandos policiales".
(Libertad Digital) El titular del Juzgado número 5 de la Audiencia mantuvo la imputación contra los tres agentes y exculpó a sus superiores en una maniobra final antes de inhibirse del caso por su incompetencia.
 
En las declaraciones que prestaron ante Garzón a finales de septiembre, los peritos Manuel Escribano y Pedro Manrique coincidieron en que cuando su superior Francisco Ramírez rechazó el informe del ácido bórico les manifestó que "la superioridad le dijo que había que eliminar lo de ETA".
 
En el sumario consta esta declaración de Manrique: "Preguntado por qué Ramírez dijo que esas observaciones (del informe del ácido bórico sobre ETA) no eran asumibles, contesta que él dijo que los jefes habían dicho que ese informe no podía salir así. Cuando dice los jefes se refiere al comisario general o al secretario general. Entonces Ramírez le preguntó si estaba dispuesto a asumir las modificaciones y firmar el informe, a lo que él contestó que no".
 
También consta que "preguntado por el fiscal si cuando elaboran un informe tienen algún tipo de orden de sus superiores sobre cosas que no se deben poner, contesta que no. En 10 años que lleva en la Comisaría General nunca ha visto instrucciones en ese sentido".
 
Algo muy similar es lo que declaró otro de los peritos, Manuel Escribano, ante el juez Garzón: "Preguntado si Ramírez le dijo que la superioridad le dijo que había que eliminar lo de ETA, etc, del informe, contesta que sí. Que el compareciente le dijo que no entendía por qué había que eliminarlo y que lo hecho, hecho estaba y que él no estaba dispuesto a rehacerlo".
 
La información que publica El Mundo está acompañada de un editorial. Titulado "Tras la cortina de humo, la juez se centra en los mandos de Interior", el diario que dirige Pedro J. Ramírez explica que "levantado parcialmente el secreto del sumario, El Mundo publica hoy las declaraciones de los peritos que fueron manipuladas por el periódico gubernamental que las divulgó tras ser filtradas por Garzón o la Fiscalía, que eran los únicos que tenían acceso a ellas". E insiste "en la tesis que siempre hemos sostenido: que lo relevante no es el uso del ácido bórico, ni tampoco si su tenencia servía para establecer una conexión más o menos sustancial entre ETA y los islamistas. Lo relevante es la voluntad del Ministerio de Interior de excluir de la investigación del 11-M cualquier vínculo con la banda por débil e indiciario que fuera. Esto sí ha quedado en evidencia y pone de manifiesto el ánimo de engañar de los autores de la falsedad".

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