L D (EFE) A una semana de las elecciones autonómicas, el impulsor de la plataforma Ciudadanos de Cataluña, que recientemente se ha constituido como partido político, alertó de que esa apuesta por el nacionalismo supone una "declinación muy arriesgada y hay muchos ciudadanos que no se sienten vinculados a esos delirios".
El dramaturgo explicó que esta alternativa, de la que forman parte ciudadanos de todo tipo, pretende "recuperar el sentido común", lo que dará representación a mucha gente de que se siente identificada con lo que hay ahora.
Boadella definió esta formación política como un partido no nacionalista, pero tampoco antinacionalista, porque "no creemos que los territorios no tienen derechos, sino los ciudadanos", aseveró el dramaturgo, quien dijo situarse fuera de los tópicos de la izquierda y la derecha y dejar una posición abierta a todo.
Sobre los socios de gobiernos que se crean tras las elecciones consideró que en Cataluña se ha llegado a una situación en que "cualquier combinación es mala y cuesta saber qué es lo mejor".
A juicio de Albert Boadella, una unión entre PSOE y CiU significa liquidar a la oposición y CiU y PP tampoco es posible, pues daría lugar a una situación "esperpéntica".
"La política catalana está contaminando el conjunto de España a través de reivindicaciones y agravios comparativos", opinó el dramaturgo, lo que crea un juego de competencias y malas relaciones entre comunidades que no es la mejor fórmula para hacer una política positiva, pues si esta región se define como nación -explicó- saldrán otras que también lo harán.
El dramaturgo explicó que esta alternativa, de la que forman parte ciudadanos de todo tipo, pretende "recuperar el sentido común", lo que dará representación a mucha gente de que se siente identificada con lo que hay ahora.
Boadella definió esta formación política como un partido no nacionalista, pero tampoco antinacionalista, porque "no creemos que los territorios no tienen derechos, sino los ciudadanos", aseveró el dramaturgo, quien dijo situarse fuera de los tópicos de la izquierda y la derecha y dejar una posición abierta a todo.
Sobre los socios de gobiernos que se crean tras las elecciones consideró que en Cataluña se ha llegado a una situación en que "cualquier combinación es mala y cuesta saber qué es lo mejor".
A juicio de Albert Boadella, una unión entre PSOE y CiU significa liquidar a la oposición y CiU y PP tampoco es posible, pues daría lugar a una situación "esperpéntica".
"La política catalana está contaminando el conjunto de España a través de reivindicaciones y agravios comparativos", opinó el dramaturgo, lo que crea un juego de competencias y malas relaciones entre comunidades que no es la mejor fórmula para hacer una política positiva, pues si esta región se define como nación -explicó- saldrán otras que también lo harán.