L D (Agencias) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que le corresponde a José Montilla y al PSC el proceso de negociación sobre los pactos en Cataluña para formar gobierno y que cuenta con su plena confianza. El jefe del Ejecutivo, que rechazó sentirse como perdedor en estas elecciones, admitió que le hubiera gustado que el PSC obtuviera mejor resultado y pidió un análisis profundo a todos los partidos por la baja participación e instó a corregir los errores que se hayan cometido.
Zapatero comenzó su comparecencia ante los medios haciendo dos reflexiones. En primer lugar, que los resultados de las elecciones catalanas necesitan de un análisis profundo, entre otras razones, por la baja participación que se ha producido en Cataluña. Ante ello, emplazó a que todos los partidos aspiren a que haya más participación en las elecciones. "Hay que hacer un análisis y corregir los errores que se hayan podido cometer", apostilló. En segundo lugar, expuso que la propia composición del Parlamento catalán obliga al diálogo y a realizar acuerdos que deben basarse en contenidos y políticas.
En este sentido, quiso dejar claro que le corresponde a José Montilla y al PSC el proceso de diálogo, la conformación del Gobierno de Cataluña. "Tienen la responsabilidad principal para tal fin y cuentan con mi plena confianza", apostilló y se mostró convencido de que el candidato del PSC "va a acertar" pensando en el resultado electoral y en las claves y objetivos que tiene ahora Cataluña, entre otros, citó "alguno muy notable" como el desarrollo del Estatuto.
Zapatero esquivó la pregunta de si había un acuerdo cerrado con CiU para realizar un gobierno con el PSC a raíz del pacto por el Estatuto en el mes de enero. Se limitó a decir que "lo único que no hay es una mayoría hegemónica, CiU ha tenido el resultado que ha tenido, ha ganado, ha sido la primera fuerza política".
Al ser preguntado si se considera perdedor de las elecciones catalanas, admitió su deseo de que el PSC hubiera obtenido mejor resultado y hubiera ganado. Pero pasó al contraataque al asegurar irónicamente que si el PP está contento, tras perder un escaño y 80.000 votos, "a mi me parece bien que la oposición tenga ratos de alegría y no tengo ningún inconveniente".