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Aldaya: "Trescientos cuarenta y un días encerrado dan para llorar muchísimo. Tengo suerte de estar vivo"

El empresario vasco José María Aldaya declaró este viernes por videoconferencia, en el juicio que se sigue contra uno de los presuntos autores de su secuestro, que tiene "suerte de estar vivo" tras permanecer durante 341 días encerrado en un zulo. Así lo aseguró Aldaya al tribunal que juzga al etarra Gregorio Vicario Setién en el juicio que quedó visto para sentencia ante la sección primera de la Audiencia Nacional. Como viene siendo habitual en los juicios a etarras, Vicario Setién no mostró ningún arrepentimiento, se negó a declarar y se mostró "orgulloso" de pertenecer a ETA.

El empresario vasco José María Aldaya declaró este viernes por videoconferencia, en el juicio que se sigue contra uno de los presuntos autores de su secuestro, que tiene "suerte de estar vivo" tras permanecer durante 341 días encerrado en un zulo. Así lo aseguró Aldaya al tribunal que juzga al etarra Gregorio Vicario Setién en el juicio que quedó visto para sentencia ante la sección primera de la Audiencia Nacional. Como viene siendo habitual en los juicios a etarras, Vicario Setién no mostró ningún arrepentimiento, se negó a declarar y se mostró "orgulloso" de pertenecer a ETA.
L D (EFE) "Trescientos cuarenta y un días encerrado en un agujero dan para llorar muchísimo y para muchas más cosas. Creo que tengo suerte de estar vivo", aseguró Aldaya, quien estuvo secuestrado desde el 8 de mayo de 1995 al 14 de abril de 1996. El empresario guipuzcoano, que no compareció el pasado día 6 por estar convaleciente de una operación y que hoy lo hizo con muletas, dijo hoy que tiene "mal" la espina dorsal y las dos caderas y que tienen que operarle aún de una de ellas, dolencias que achacó a la humedad del zulo donde estuvo encerrado durante su secuestro.

"Me estaba pudriendo ahí dentro", señaló Aldaya, quien recordó que "estaba mojado todo el día" y que por ello le salieron "granos" y "postillas", y que tenía callos en las manos "por escurrir el agua". También recordó el momento de su secuestro, el día 8 de mayo de 1995, sobre las 21,00 horas, cuando varias personas le amenazaron con armas y le inyectaron un sedante para introducirle en un maletero de un coche y dormirle.

Del tiempo de su cautiverio explicó que se sintió "humillado" y que nunca tuvo "problemas peligrosos" con sus secuestradores, sino más bien "de nervios" debido a su propio "genio". Recordó que durante aquel tiempo sólo tuvo contacto con uno de los secuestradores y que éste iba siempre tapado con un pasamontañas. Explicó que para él fue "una sorpresa" ser víctima de un secuestro de ETA, puesto que nunca, subrayó, había recibido amenazas ni había sido extorsionado, y así mismo dijo no saber si se pagó algún rescate por él.

También declararon por videoconferencia el primo de Aldaya y el portavoz de su familia durante el secuestro, quienes se describieron como un "apoyo moral" y "espiritual" de la familia durante ese tiempo.

El fiscal Ignacio Gordillo mantuvo su petición de 17 años de cárcel para el etarra por el delito de detención ilegal, al igual que hizo la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), mientras que la defensa solicitó la libre absolución de su patrocinado por considerar que no había suficientes pruebas.

Por otra parte, Vicario Setién también fue juzgado por el asesinato en Barcelona el 7 de febrero de 1994 del coronel del Ejército Leopoldo García Campos, cuando era miembro del grupo "Barcelona". El fiscal Pedro Rubira mantuvo su petición de 56 años y medio de prisión para el etarra por los delitos de pertenencia a banda armada, atentado con resultado de muerte, tenencia de explosivos, utilización ilegítima de vehículo a motor y de un delito de sustracción de placa de matrícula legítima. El acusado se negó a declarar en las dos vistas celebradas este viernes y manifestó que no aceptaba estos juicios y que estaba "orgulloso" de ser miembro de ETA.

En este último juicio, declararon como testigos Felipe San Epifanio y Rosario Ezquerra -ya condenados por estos hechos-, quienes manifestaron que no recordaban las declaraciones que prestaron ante la Policía, en las que, según expuso el fiscal en sus conclusiones finales, reconocieron la participación del acusado en los hechos. Con las dos vistas celebradas este viernes, Vicario Setién, que el jueves fue condenado por este tribunal a ocho años de cárcel por colocar un coche bomba en Barcelona que no estalló "por fallos del mecanismo", ya ha sido juzgado por las cuatro causas por las que el pasado 5 de abril fue entregado a España de forma temporal por Francia.

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