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Cuatro heridos en un violento enfrentamiento entre opositores y partidarios del Gobierno libanés

Un enfrentamiento entre partidarios de la oposición y del ejecutivo del primer ministro Fuad Siniora ha dejado cuatro heridos y ha obligado al ejército libanés a intervenir. Según ha informado la emisora de radio La Voz del Líbano, los dos grupos se han tirado piedras y rompieron cristales. Este domingo, por tercer día consecutivo, se han registrado protestas callejeras protagonizadas por miembros y simpatizantes de Hezbolá que exigen la renuncia del Gobierno.

LD (EFE) La emisora de radio libanesa La Voz del Líbano ha informado que en el barrio beirutí Kaskás, de mayoría musulmana, cuatro personas han resultado heridas tras un enfrentamiento entre opositores y seguidores del primer ministro Fuad Siniora.
 
El Ejército ha tenido que intervenir después de que los dos grupos se tiraron piedras unos a otros y rompieron varios cristales. El Líbano vive estos días una crisis política motivada por la dimisión de seis ministros, cinco de los cuales representaban a las formaciones chiíes, y las posteriores manifestaciones de la oposición que quiere derrocar al actual Gobierno para formar un Gobierno de Unidad Nacional, en el que estén representadas todas las corrientes políticas del país.
 
Los líderes políticos tanto de la oposición como del Gobierno han insistido desde los primeros momentos en la necesidad de evitar enfrentamientos. El incidente de este domingo supone el primer roce entre los opositores, liderados por el grupo pro iraní Hizbulá, y los partidarios del actual gobierno.
 
Miles de seguidores de Hezbolá y de otros líderes de la oposición mantienen sus campamentos en el centro de Beirut, donde se encuentra la sede del Gobierno, en la que está atrincherado Siniora y miembros de su gabinete. Un ambiente festivo reina entre los manifestantes, convencidos de su "victoria" y mientras corean sin cesar eslóganes contra el primer ministro, a quien acusan de "vasallo del Occidente".
 
Ese ambiente contrasta con la tensión que reina en el país, donde se temen enfrentamientos entre las comunidades suní y chií, mientras que la cristiana también se encuentra divida entre los aliados de Hezbolá y sus adversarios. Pero el primer ministro Fuad Siniora, que recibe en su sede a visitantes extranjeros, asegura que no cederá a las presiones y las amenazas, e invitó a la oposición a regresar a la mesa del diálogo.

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