LD (EFE) Además el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, cree que la economía española podría crecer más del 3,8 por ciento en el último trimestre del año, ya que registrará un avance "que podría ser incluso algo superior" al que se anotó entre julio y septiembre. Durante su intervención en el Pleno del Senado para defender los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2007, Solbes señaló que la economía continúa creciendo a "tasas altas", que podrían acelerarse a final de año, aunque no especificó ninguna cifra.
En cualquier caso, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, reconoció el pasado mes de noviembre que se necesitaría un avance del 3,9 por ciento en el cuarto trimestre para alcanzar el crecimiento del 3,8 por ciento para el conjunto de 2006 anunciado por el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Efectivamente deberíamos observar el crecimiento" del 3,9 por ciento en el cuarto trimestre para alcanzar las previsiones de Zapatero, declaró Vegara.
Durante su comparecencia de hoy en el Pleno del Senado que debate las enmiendas a los presupuestos, Solbes advirtió no obstante de que todavía quedan "retos importantes" en el mercado de trabajo, que sufre "rigideces en algunas áreas y ciertos excesos en materia de contratación temporal", pese a la reforma laboral que entró en vigor el pasado 1 de julio.
"Sus resultados ya se empiezan a percibir en lo referente a la contratación indefinida, aunque estoy de acuerdo en que aún queda mucho por hacer", declaró. Pese a ello, subrayó que la evolución macroeconómica es "favorable" y que dos de los principales desequilibrios de la economía española, la inflación y el déficit exterior, están experimentando una "gradual corrección".
Respecto a la evolución de los precios, manifestó que la economía española está encajando adecuadamente los vaivenes de la inflación derivados de la evolución de los precios del petróleo. "Lo relevante es que la economía española sea suficientemente flexible para acomodar esas tensiones inflacionistas de carácter transitorio, sin permitir que se conviertan en permanentes. Todos los datos indican que este objetivo se está cumpliendo", manifestó.
En lo relativo al déficit exterior, señaló que se está corrigiendo "el crecimiento descompensado de la economía española, con un rápido avance de la demanda nacional y una aportación negativa del sector exterior, que podía crear algunos interrogantes sobre la durabilidad del crecimiento económico español". Respecto a los PGE, defendió que "se trata de unos presupuestos que, en un entorno económico favorable, profundizan en las líneas básicas de la política económica y social que el Gobierno marcó al comienzo de esta legislatura" y afianzan la estabilidad presupuestaria, el reforzamiento de la productividad y la mejora del gasto social.
En cualquier caso, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, reconoció el pasado mes de noviembre que se necesitaría un avance del 3,9 por ciento en el cuarto trimestre para alcanzar el crecimiento del 3,8 por ciento para el conjunto de 2006 anunciado por el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Efectivamente deberíamos observar el crecimiento" del 3,9 por ciento en el cuarto trimestre para alcanzar las previsiones de Zapatero, declaró Vegara.
Durante su comparecencia de hoy en el Pleno del Senado que debate las enmiendas a los presupuestos, Solbes advirtió no obstante de que todavía quedan "retos importantes" en el mercado de trabajo, que sufre "rigideces en algunas áreas y ciertos excesos en materia de contratación temporal", pese a la reforma laboral que entró en vigor el pasado 1 de julio.
"Sus resultados ya se empiezan a percibir en lo referente a la contratación indefinida, aunque estoy de acuerdo en que aún queda mucho por hacer", declaró. Pese a ello, subrayó que la evolución macroeconómica es "favorable" y que dos de los principales desequilibrios de la economía española, la inflación y el déficit exterior, están experimentando una "gradual corrección".
Respecto a la evolución de los precios, manifestó que la economía española está encajando adecuadamente los vaivenes de la inflación derivados de la evolución de los precios del petróleo. "Lo relevante es que la economía española sea suficientemente flexible para acomodar esas tensiones inflacionistas de carácter transitorio, sin permitir que se conviertan en permanentes. Todos los datos indican que este objetivo se está cumpliendo", manifestó.
En lo relativo al déficit exterior, señaló que se está corrigiendo "el crecimiento descompensado de la economía española, con un rápido avance de la demanda nacional y una aportación negativa del sector exterior, que podía crear algunos interrogantes sobre la durabilidad del crecimiento económico español". Respecto a los PGE, defendió que "se trata de unos presupuestos que, en un entorno económico favorable, profundizan en las líneas básicas de la política económica y social que el Gobierno marcó al comienzo de esta legislatura" y afianzan la estabilidad presupuestaria, el reforzamiento de la productividad y la mejora del gasto social.
Para el PP los PGE rompen la solidaridad constitucional
No opinó lo mismo el portavoz de Economía del PP en el Senado, Juan Pablo Sánchez Sánchez-Seco, quien sostuvo que los PGE destruyen "el modelo de equidad y solidaridad consagrado en la Constitución". El senador, que pidió un nuevo modelo económico para España, menos basado en el consumo interno y en la "economía del ladrillo", solicitó además unos presupuestos que aborden "en profundidad los problemas de los ciudadanos y empresas, que son la base para crecimiento sostenido en el futuro".
Además, reclamó un superávit cercano al 3 por ciento, ya que consideró que la cifra del 0,7 por ciento prevista para el próximo año es insuficiente dada la favorable evolución de la economía española y la evolución del déficit el año pasado, que superó el 2 por ciento. Además, consideró que incentivan el endeudamiento de las familias, el empleo poco cualificado y barato que lleva a pérdida de productividad, son insolidarios y servirán para continuar aumentando presión fiscal para los dos próximos años y encareciendo los alimentos básicos.