L D (EFE) El auto judicial impide la difusión del anuncio por televisión, pese a que ya no estaba previsto que éste se emitiera, dado que su objetivo inicial era fomentar la asistencia al partido de fútbol entre las selecciones de Cataluña y el País Vasco que se disputó el pasado domingo.
La juez mantiene en su auto que el anuncio "podría favorecer comportamientos no adecuados, como conductas de exclusión, enfrentamiento o discriminación en la práctica del deporte, según la camiseta que pudiera llevarse y en base a razones ajenas al mundo de los menores y con evidentes connotaciones políticas". Para la juez, en este caso debe primar el interés general que representa el público infantil y juvenil, que podría sufrir "unos efectos negativos o poco recomendables" si el anuncio continuara emitiéndose por televisión.
En el caso de que no se suspendiera la emisión del anuncio, razona el auto judicial, esos posibles daños provocados a los niños y adolescentes serían "de imposible reparación" si finalmente se estimara la demanda presentada por Ciutadans. Por el contrario, según la juez, con la prohibición del anuncio a la Plataforma promotora del mismo "no se le causa más perjuicio que la simple demora o paralización en la emisión de la campaña publicitaria que pretende realizar" y, si finalmente se concluyera que el spot es adecuado, sólo cabría reanudar la difusión suspendida temporalmente.
En su auto, la juez recuerda que en el recurso sólo se está enjuiciando la legalidad de una campaña publicitaria concreta de la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas, lo que "en modo alguno supone coartar otras formas de expresión o manifestación de sus intereses". En la vista que se celebró el pasado lunes en el juzgado acerca del mantenimiento de la suspensión del anuncio, el letrado del CAC argumentó que el spot "no incita a la violencia ni fomenta conductas agresivas ni discriminatorias", como lo prueba el hecho de que al final todos los niños acaban jugando juntos.
Por su parte, la representación de Ciutadans advirtió de que los perjuicios de la emisión del anuncio "son para la infancia, la juventud y la cohesión social", puesto que con el spot "se ha trasladado un conflicto político al campo de juego" y convierte a los niños y los jóvenes en destinatarios de publicidad sobre "conflictos del mundo adulto".
La juez mantiene en su auto que el anuncio "podría favorecer comportamientos no adecuados, como conductas de exclusión, enfrentamiento o discriminación en la práctica del deporte, según la camiseta que pudiera llevarse y en base a razones ajenas al mundo de los menores y con evidentes connotaciones políticas". Para la juez, en este caso debe primar el interés general que representa el público infantil y juvenil, que podría sufrir "unos efectos negativos o poco recomendables" si el anuncio continuara emitiéndose por televisión.
En el caso de que no se suspendiera la emisión del anuncio, razona el auto judicial, esos posibles daños provocados a los niños y adolescentes serían "de imposible reparación" si finalmente se estimara la demanda presentada por Ciutadans. Por el contrario, según la juez, con la prohibición del anuncio a la Plataforma promotora del mismo "no se le causa más perjuicio que la simple demora o paralización en la emisión de la campaña publicitaria que pretende realizar" y, si finalmente se concluyera que el spot es adecuado, sólo cabría reanudar la difusión suspendida temporalmente.
En su auto, la juez recuerda que en el recurso sólo se está enjuiciando la legalidad de una campaña publicitaria concreta de la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas, lo que "en modo alguno supone coartar otras formas de expresión o manifestación de sus intereses". En la vista que se celebró el pasado lunes en el juzgado acerca del mantenimiento de la suspensión del anuncio, el letrado del CAC argumentó que el spot "no incita a la violencia ni fomenta conductas agresivas ni discriminatorias", como lo prueba el hecho de que al final todos los niños acaban jugando juntos.
Por su parte, la representación de Ciutadans advirtió de que los perjuicios de la emisión del anuncio "son para la infancia, la juventud y la cohesión social", puesto que con el spot "se ha trasladado un conflicto político al campo de juego" y convierte a los niños y los jóvenes en destinatarios de publicidad sobre "conflictos del mundo adulto".