L D (EFE) La denuncia fue presentada el pasado 24 de diciembre por una abogada que considera que estos hechos "incurren en evidentes malos tratos psíquicos y una ofensa al sentimiento religioso". La letrada pide la incoación de diligencias previas y anuncia que se personará como acusación particular en el caso, a la vez que solicita que se dicte una orden de alejamiento para evitar que pueda acercarse a algún menor creyente.
"Este suceso kafkiano y malvado" atenta, según la denuncia, "no sólo contra la religión cristiana, sino contra las raíces culturales y espirituales", por lo que la responsable del centro podría haber incurrido en un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos. La denunciante alerta sobre "una persecución unilateral contra el catolicismo y todo lo que le representa" y defiende que "el laicismo no se impone a fuerza de coacciones y prohibiciones, ni tratando de lavar los cerebros de la ciudadanía con imposiciones y menosprecio, burla y escarnio de valores morales y símbolos religiosos".
Recuerda en el escrito que la Constitución recoge a los españoles como aconfesionales, "que no como laicos ni ateos por imposición" y respeta las creencias de los ciudadanos. Critica que la directora no pidiese perdón tras conocerse la noticia, sino que, por el contrario, se "encarnizase más en su postura fanática y en su agresiva versión de un laicismo analfabeto, que niega los hechos culturales, las raíces y el significado de toda nuestra cultura occidental".
El Obispado de Málaga informó de que los hechos ocurrieron el 1 de diciembre cuando la directora desarmó y quitó el belén montado por los alumnos al argumentar "que en una escuela pública de un país laico no están permitidos los símbolos religiosos". Según el Obispado, el belén "destruido" y otros que iban a hacer los grupos que cursan la asignatura de Religión se construyen "con figuras compradas o elaboradas por los propios alumnos y con el dinero particular de los profesores de Religión".
Por su parte, la Junta de Andalucía no vio motivos para destituir a la directora del instituto como solicitó la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fecapa) de Málaga al entender que el belén se colocó en "un lugar inadecuado" y sin "consultar ni pedir autorización" al consejo escolar.