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Ali Gedi llega a Mogadiscio para comenzar con la reconstrucción de Somalia devastada por quince años de guerra civil

Miles de soldados etíopes y de Gobierno Federal de Transición somalí patrullan las calles de Mogadiscio después de haberla ocupado sin apenas combatir. La ciudad permanece bajo la "ley marcial" y se ha impuesto el toque de queda. Una gran parte de los civiles que fueron armados por la Unión de los Tribunales Islámicos están entregando las municiones y armas a los soldados. La mayor parte de la ciudad está sin electricidad y los alimentos escasean. Para hacer frente a la situación, el Gobierno anunció la apertura del espacio aéreo a los vuelos humanitarios de la ONU. El primer ministro somalí, Ali Gedi, tiene previsto llegar a la capital para "retomar su autoridad" y reconstruir un país devastado por quince años de guerra civil.

Miles de soldados etíopes y de Gobierno Federal de Transición somalí patrullan las calles de Mogadiscio después de haberla ocupado sin apenas combatir. La ciudad permanece bajo la "ley marcial" y se ha impuesto el toque de queda. Una gran parte de los civiles que fueron armados por la Unión de los Tribunales Islámicos están entregando las municiones y armas a los soldados. La mayor parte de la ciudad está sin electricidad y los alimentos escasean. Para hacer frente a la situación, el Gobierno anunció la apertura del espacio aéreo a los vuelos humanitarios de la ONU. El primer ministro somalí, Ali Gedi, tiene previsto llegar a la capital para "retomar su autoridad" y reconstruir un país devastado por quince años de guerra civil.
LD (Agencias) Grupos de soldados etíopes y del Gobierno Federal de Transición somalí están revisando las principales instalaciones de Mogadiscio para permitir la entrada del gabinete que encabeza el primer ministro Ali Gedi. Según han informado fuentes oficiales, este viernes Gedi se trasladará a la capital, ocupada desde el cuatro de junio por la Unión de los Tribunales Islámicos, para "retomar su autoridad" y encabezar los esfuerzos de reconstrucción de un país devastado por quince años de guerra civil.
 
La capital permanece bajo la "ley marcial" y se ha impuesto el toque de queda. Los militares están requisando las armas que los islámicos entregaron a la población civil antes de huir hacia el sur del país y establecerse en la ciudad de Chisimaio. Los disturbios y los actos de pillaje han cesado aunque esporádicamente se escuchan disparos en los barrios periféricos.
 
Ali Gedi declaró que tras la ofensiva militar de sus fuerzas apoyadas por efectivos de Etiopía, "ahora tenemos delante el difícil reto de reconstruir el país desde el principio. Queremos restaurar el orden y las leyes". Anunció que su "intención es desarmar a la población civil de todo el país. Nuestra gente está harta de guerra civil y de inestabilidad".
 
Vuelos humanitarios
 
De momento y ante la escasez de alimentos, el Gobierno anunció la apertura de su espacio aéreo a los vuelos humanitarios de la ONU que benefician a dos millones de somalíes del centro y sur del país afectados por los combates y las inundaciones. Stephanie Bunker, portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), dijo que "la ONU hará una evaluación de seguridad de la situación, un procedimiento que suele hacerse normalmente. Una vez que hayamos hecho eso, aún no sabemos cuándo será, reanudaremos nuestros vuelos si es que es lo suficientemente seguro".
 
El plan de la ONU es reanudar los vuelos de carga y de pasajeros al puerto sureño de Kismayo para las áreas afectadas por las inundaciones, pero también a otros lugares, entre ellos Belet Weyne, en la frontera etíope-somalí, con el fin de llegar rápidamente a los miles de somalíes desplazados por los combates, indicó la OCHA.
 
Refugio en Chisimaio
 
Por su parte, el primer ministro etíope, Melez Zenawi, cuya intervención militar ha sido clave para arrinconar a los islamistas, prometió derrotar completamente al movimiento islamista "en unas pocas semanas". "Estamos discutiendo lo que tenemos que hacer para que Mogadiscio no descienda hacia el caos. No dejaremos que la capital arda", señaló el líder etíope. Según aseguró, los combates que se han mantenido en las últimas semanas se han cobrado la vida de "entre dos mil y tres mil" milicianos islámicos.
 
En Chisimaio, unos tres mil islamistas permanecen armados y a la espera de las órdenes para enfrentarse a las tropas etíopes y gubernamentales. Varios testigos han informado que un gran número de extranjeros están empezando a llegar al puerto en respuesta a la llamada realizada por los líderes de la UTI para luchar en la "guerra santa contra Etiopía".

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