L D (EFE) El ex presidente iraquí Sadam Husein fue enterrado hacia las 3.00 hora local (12.00 GMT) en su aldea natal, Auya, en una tumba cercana a la que acoge los restos de sus dos hijos varones, Uday y Qusay, dijeron a Efe fuentes de su clan "Al Bunaser". El cadáver de Sadam fue trasladado durante la noche del sábado al domingo en un helicóptero militar estadounidense a la ciudad de Tikrit, capital de la provincia suní de Salahedin, y donde está Auya, a unos 170 kilómetros al norte de Bagdad.
El cuerpo fue acompañado por el gobernador de Salahedin, Hamad Hamud, y el jeque Ali Yasin Al Nada, jefe del clan "Al Bunaser", añadieron las fuentes. El que fue presidente de Irak hasta el derrocamiento de su régimen en abril del 2003 por la coalición anglo-estadounidense fue enterrado en medio de estrictas medidas de seguridad y en presencia de "pocas personas", agregaron.
El cuerpo fue acompañado por el gobernador de Salahedin, Hamad Hamud, y el jeque Ali Yasin Al Nada, jefe del clan "Al Bunaser", añadieron las fuentes. El que fue presidente de Irak hasta el derrocamiento de su régimen en abril del 2003 por la coalición anglo-estadounidense fue enterrado en medio de estrictas medidas de seguridad y en presencia de "pocas personas", agregaron.
En el mismo lugar se encuentran también los cadáveres de Uday y Qusay, muertos junto a un hijo de este último tras el derrocamiento del régimen de su padre en un enfrentamiento con tropas de EEUU en la ciudad de Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad.
La ciudad de Tikrit, entre otras varias localidades de Salahedin, se encuentra bajo el toque de queda desde antes de la ejecución de Sadam, la madrugada del sábado, en previsión de disturbios o atentados por parte de los miembros de su clan.
El ex dictador fue ejecutado en la horca en una antigua sede de la inteligencia militar iraquí en Bagdad, cuatro días después de que el Tribunal de Casación ratificara la sentencia a muerte dictada en su contra por crímenes contra la humanidad.
Su hermanastro, Barzan al Tikriti, que era jefe de los servicios de inteligencia iraquíes, y otro antiguo asesor de Sadam, el ex juez Auad al Bandar, fueron también condenados a muerte en el mismo juicio, mientras que otros cinco responsables del derrocado régimen recibieron penas de entre 15 años y cadena perpetua.