L D (Agencias) Dijo que la "predisposición" del democristiano Josep Antoni Duran Lleida a pensar en un pacto postelectoral PP-CiU es "respetable" aunque debe interpretarse, "hoy por hoy", en "clave interna" de la federación. Pero no descartó reanudar las relaciones. Además, recordó que CiU ya pactó tanto con el Ejecutivo de Felipe González como con el de José María Aznar. "Cuando llegue el momento, ya se verá", dijo. En cualquier caso, constató que el líder de UDC "está rebobinando" con el PP.
El dirigente popular aprovechó para criticar a CiU que "siga pensando" que podrá pactar en la ciudad de Barcelona con "ERC o PSC", y le advirtió de que "si el tripartito sigue sumando, pactará". En cuanto a un posible acuerdo PP-CiU, se limitó a decir que "hay que hablar después de los resultados".
En declaraciones a Europa Press, Josep Piqué aseguró no temer las posibles candidaturas de Ciutadans (C's) en las municipales porque, "más allá de su discurso monotemático, necesitan propuestas concretas en cada municipio", mientras que, hasta ahora, esa formación "no ha definido más su modelo de sociedad ni políticas concretas". El dirigente popular afirmó que el PP no cambiará su programa en función de "este fenómeno", aunque no descarte pactos con C's en algún municipio, ni con el resto de partidos, teniendo en cuenta la situación en cada consistorio. Según Piqué, su partido aspira a cubrir el 90% de la población catalana con las candidaturas que presenten, y se limitó a confiar en que consigan "más concejales".
Josep Piqué también se refirió al Gobierno de la Generalidad, para criticar que el consejero de Interior, Joan Saura, pretenda una ley contra las fiestas no autorizadas, como la de fin de año en Palau-solità i Plegamans (Barcelona). Lo consideró una "excusa", ya que la policía debió "actuar". Además, reiteró la necesidad de "replantearse" el despliegue de los Mossos d'Esquadra. En cambio, afirmó que "de entrada, no parece mala" la idea del vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, de una ley que garantice las condiciones de los centros de culto religioso, aunque quiso ser "prudente" hasta conocer el contenido.
Sobre la posibilidad de abordar las leyes electoral y de ordenación territorial, Piqué vio demasiadas diferencias entre los grupos parlamentarios, aunque se mostró dispuesto a buscar el consenso. Piqué consideró que la legislación electoral vigente "no es especialmente mala", así que no vio urgencia en la ley. Para la ley territorial, aceptó la necesidad de estatus específicos para las Tierras del Ebro y para el Valle de Aran. En cuanto a la posibilidad de que la Generalidad acabe recurriendo el decreto estatal de enseñanzas mínimas, Piqué consideró contradictorio que, a la vez, "se ponga el grito en el cielo" por el recurso del PP al Estatuto.