(Libertad Digital) El Real Madrid ha roto su racha negativa y, tras dos derrotas consecutivas, se ha impuesto al DKV Joventut (95-91) en un encuentro muy completo de todo el equipo blanco, que ha vuelto a imponer la fórmula de su éxito, la cual le permitía ganar trece partidos consecutivos, robo y contraataque, a la par que dejaba al conjunto catalán sin certificar su clasificación matemática para la Copa del Rey. La estadística decía que la 'Penya' no ganaba en Madrid desde hace diez temporadas y ésta no fue la excepción. Los blancos, muy motivados tras sus últimas derrotas, salieron desde el primer minuto a tope, de ello se contagió su rival, sin embargo su ímpetu les perjudicó en muchos momentos.
Un 75 por ciento de acierto en tiros de dos (12/16), un 67 por ciento en triples (6/9) y un 86 en lanzamientos libres (12/14) hasta el intermedio sacaron a la 'Penya' del partido cuando todavía faltaban el tercer y el último cuartos. El Joventut, que jugó el miércoles en Belgrado en la Euroliga, ha notado en exceso el esfuerzo y los viajes que los madridistas han evitado en este parón navideño.
Horas después, el Tau Cerámica afianzaba su liderato al imponerse en un vibrante derbi al Lagun Aro Bilbao (76-88). Los vitorianos tuvieron que emplearse a fondo para no cometer los mismos errores que la temporada pasada y llevarse un encuentro ante un rival que no cuenta con estrellas como Luis Scola o Igor Rakocevic, pero que juega un gran baloncesto, además de estar especialmente motivado. El encuentro disputado en el Bizkaia Arena del BEC, sirvió a la vez para batir el récord de asistencia a un partido de la ACB, y es que los 15.414 espectadores reunidos suponen la mejor entrada en un partido de la competición profesional española, superando los 15.350 que se congregaron en el cuarto partido de la final de la liga entre el Estudiantes y el Barcelona de la temporada 2003-2004.
Además, el ViveMenorca, 'farolillo rojo' de la ACB, continúa sin levantar cabeza y volvió a caer, en esta ocasión ante el Polaris World Murcia (79-84), que apura sus escasas opciones de clasificarse para la Copa del Rey. El partido comenzó bien para los insulares, que al final del primer cuarto ganaban de siete. Sin embargo, los de Ricard Casas no pudieron mantener la misma intensidad en los siguientes cuartos, lo que aprovecharon los murcianos para darle la vuelta al marcador.