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Piden dos años de prisión para un conductor que circulaba a 260 kilómetros por hora en una autovía

El Ministerio Fiscal ha pedido este martes dos años de prisión y otros tantos de retirada del permiso de conducir a un hombre, que fue sorprendido el pasado 9 de febrero por la Guardia Civil cuando presuntamente circulaba a 260 kilómetros por hora en la autovía León-Burgos. Según la representante del Ministerio Público, el conductor es responsable de un delito de "conducción temeraria" por circular a 260 kilómetros por hora, poner en peligro la vida de terceros y hacerlo de forma dolosa, ya que el infractor era conocedor de que el máximo de velocidad permitida es de 120 kilómetros por hora.

El Ministerio Fiscal ha pedido este martes dos años de prisión y otros tantos de retirada del permiso de conducir a un hombre, que fue sorprendido el pasado 9 de febrero por la Guardia Civil cuando presuntamente circulaba a 260 kilómetros por hora en la autovía León-Burgos. Según la representante del Ministerio Público, el conductor es responsable de un delito de "conducción temeraria" por circular a 260 kilómetros por hora, poner en peligro la vida de terceros y hacerlo de forma dolosa, ya que el infractor era conocedor de que el máximo de velocidad permitida es de 120 kilómetros por hora.
L D (EFE) La fiscal, en la vista oral celebrada en el juzgado de lo penal número 1 de Burgos, calificó de "bomba andante" circular con un coche a una velocidad de 260 kilómetros y acusó al conductor de actuar con "desprecio" hacia la vida de los demás.
 
Por su parte el abogado defensor pidió la libre absolución del acusado por entender que, aunque hubiera excedido la velocidad máxima autorizada, en ningún momento se puso en peligro la vida de terceros. El abogado defensor calificó la conducta de su patrocinado de "atípica a afectos punitivos penales" y, en su opinión, sólo puede ser sancionado por la vía administrativa.
 
El letrado incidió en la aparente "contradicción" que supone la declaración de los agentes de la Guardia Civil de que fueron necesarios unos 700 metros para que el vehículo parara desde que se le dio la orden, con el hecho de que, según los autos, el radar estuviera en el punto kilométrico 128,800 y en la denuncia aparezca el punto kilométrico 129,200 como el lugar donde paró el vehículo, lo que, a su juicio, quiere decir que se detuvo en 400 metros.
 
Los agentes de la Guardia Civil que prestaron declaración como testigos y peritos coincidieron en destacar la excesiva velocidad, hasta el punto, según dijo uno de los agentes, de que se trata de la primera vez en España en que se ha captado por el radar un vehículo a esa velocidad. Otro de los agentes declaró que 260 kilómetros por hora es una velocidad media propia de un circuito de Fórmula 1.
 
Según los informes de los peritos de la Guardia Civil, a esa velocidad se necesita un mínimo de 500 metros para poder parar y, de hecho, el conductor tardó unos 700 metros en poder detener el turismo desde que se le dio la orden para ello. El acusado fue sorprendido en un control de la Guardia Civil a la altura del kilómetro 128,8 de la A-231 (León-Burgos) conduciendo un Audi A-8, en el que también viajaba otra persona.
 
El acusado manifestó que no era consciente de esa velocidad e incluso dudó de ello, versión que fue ratificada por su acompañante.

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