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ETA reanudó en Navidad la extorsión con cartas encabezadas con un villancico

Comerciantes vascos volvieron a sufrir la pasada Navidad la extorsión de ETA, a través de cartas en las que se les ha exigido una "solidaria aportación económica" para los presos terroristas de la banda, según se recoge en uno de los recados, a los que tuvo acceso Europa Press. La carta fue dejada en el establecimiento empresarial por uno o dos jóvenes, que un tiempo después pasaban a recoger el dinero. Aunque el texto tiene un tono aparentemente amable y no se fijan cantidades, los comerciantes conocen por experiencia que si se enfrentan y no hacen la aportación que se espera de ellos, corren el riesgo de que sus negocios puedan sufrir algún ataque.

Comerciantes vascos volvieron a sufrir la pasada Navidad la extorsión de ETA, a través de cartas en las que se les ha exigido una "solidaria aportación económica" para los presos terroristas de la banda, según se recoge en uno de los recados, a los que tuvo acceso Europa Press. La carta fue dejada en el establecimiento empresarial por uno o dos jóvenes, que un tiempo después pasaban a recoger el dinero. Aunque el texto tiene un tono aparentemente amable y no se fijan cantidades, los comerciantes conocen por experiencia que si se enfrentan y no hacen la aportación que se espera de ellos, corren el riesgo de que sus negocios puedan sufrir algún ataque.
L D (Europa Press) La carta está encabezada por la expresión "Hator, Hator Etxera!!!" (letra de un villancico popular que se traduce por ven a casa)  y se cierra con el logotipo de un colectivo de apoyo a los presos etarras, que fue declarado ilegal por la Audiencia Nacional en 2001. En la carta se pedía una "solidaria aportación económica" a su destinatario, para el colecivo de reclusos y "exiliados" de la organización terrorista, y se definía la dispersión como "una apuesta asesina y criminal diseñada y puesta en marcha por los Estados".
 
"Una vez más, y a punto de finalizar este año, nos vemos en la obligación de acudir a tu solidaridad económica para hacer frente a los gastos derivados que la sangría económica de la dispersión está suponiendo a nuestro pueblo y, de manera especial, a los familiares y personas allegadas de pres@a y exiliados", comienza la misiva. Días después, las mismas personas que dejaban la carta en el comercio pasaban a recoger la contribución de los dueños.
 
"Estamos en fechas entrañables, donde el calor de nuestras mesas tiene un valor especial. Miles de familias vascas no podrán disfrutar de estas fiestas ante la ausencia de algún ser querido, ya que la incertidumbre del exilio o la dureza del encarcelamiento dejan huecos imposibles de cubrir", se añade.
 
"La dispersión es una apuesta asesina y criminal", según ETA
 
Redactada antes de que ETA pusiese fin a su alto el fuego con una potente bomba en el aeropuerto de Barajas, que costó la vida a dos personas, la carta explica: "La ilusión de un nuevo futuro basado en el respeto de todos los derechos individuales y colectivos no puede obviar realidades que siguen acarreando sufrimiento día a día. Mientras en Euskal Herria la mayoría de los agentes políticos políticos, sindicales y sociales apuestan por respetar los derechos de los presos y sus familiares, los mandatarios de los estados español y francés no parecen dispuestos a dar muestras de voluntad política. Al contrario, continúan apostando por la política de dispersión y recortes sistemáticos de derechos básicos tales como el derecho a una asistencia sanitaria digna y completa, derecho a poder estudiar y desarrollar estudios en la UPV, a poder comunicar con sus familiares y amigos sin restricciones y en los últimos meses están aplicando cadenas perpétuas a la condena impuesta... con lo que ello supone de castigo añadido", asegura.
 
La carta insiste en que la "dispersión, aparte del alejamiento físico de nuestro entorno social y familiar, es una apuesta asesina y criminal diseñada y puesta en marcha por los Estados con la única finalidad de romper la unidad del Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) mediante la venganza y el chantaje político tanto al conjunto del EPPK como a nuestros familiares y amigos, o lo que es lo mismo, al conjunto de nuestro entorno social y familiar".
 
Para justificar su petición económica a los comerciantes, la carta alude "al desgaste físico y sangría económica que dicha política supone", subrayando que "el derecho a la salud, a la asistencia jurídica, la visita a un amigo, así como el calor de un abrazo entre familiares, está supeditado a un desembolso económico impresionante". "Por todo ello, en estos días tan especiales queremos pedir tu solidaridad aportación económica, con la esperanza de que más pronto que tarde consigamos traerles a Euskal Herria", dice en castellano la carta, antes de despedirse con el "más sincero agradecimiento, un abrazo y Feliz Año Nuevo".

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