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Dos de los terroristas huidos del 11-M trabajaban para el CNI y la Policía antes de los atentados de Madrid

Dos de los principales miembros de la célula terrorista islamista a los que la versión oficial atribuye los atentados del 11-M, Mohamed Afalah y Said Berraj, ambos en paradero desconocido, eran confidentes del CNI y la Policía antes de las explosiones en los trenes. Conocidos como El Chófer y El Mensajero, eran hombres de total confianza de Allekema Lamari y de El Tunecino, ideólogo del grupo islamista. Según El Mundo, la relación entre los huidos y los servicios policiales se ve reflejada en la denuncia que realizó en la Audiencia Nacional el también confidente Cartagena y en los encuentros que tuvo uno de los topos con agentes policiales antes del 11-M.

Dos de los principales miembros de la célula terrorista islamista a los que la versión oficial atribuye los atentados del 11-M, Mohamed Afalah y Said Berraj, ambos en paradero desconocido, eran confidentes del CNI y la Policía antes de las explosiones en los trenes. Conocidos como El Chófer y El Mensajero, eran hombres de total confianza de Allekema Lamari y de El Tunecino, ideólogo del grupo islamista. Según El Mundo, la relación entre los huidos y los servicios policiales se ve reflejada en la denuncia que realizó en la Audiencia Nacional el también confidente Cartagena y en los encuentros que tuvo uno de los topos con agentes policiales antes del 11-M.
(Libertad Digital) En la denuncia que realizó el 1 de diciembre en la Audiencia Nacional el confidente Abdelkader el Farsaoui, conocido como Cartagena y que tiene consideración de testigo protegido, dijo que la Policía le prohibió "mencionar al juez la relación ETA-islamistas" y que "la operación Nova era un montaje de la Policía".
 
El diario El Mundo explica este lunes que en esta misma declaración Cartagena revela literalmente: "La UCIE me comunicó que Ismail Latrech es confidente del CNI para que tuviese cuidado con él... También me prohibieron hablar de Mohamed Afalah y decir que había asistido a una de las reuniones (se refiere a los encuentros que organizaban Mohamed Maymouni y El Tunecino antes de los atentados del 11-M)".
 
El confidente Latrech fue detenido en octubre de 2005 por orden del Juzgado Central por la operación Nova, en la que los terroristas querían atentar supuestamente contra la Audiencia Nacional y los jueces Baltasar Garzón y Juan del Olmo. Después, tras hablar Garzón con el CNI, Latrech fue puesto en libertad y recibió la condición de testigo protegido.

Igualmente, Cartagena relata que Afalah asistió a las reuniones de los dirigentes islamistas, pero no dijo que el confidente fuese uno más dentro del grupo de El Tunecino. Además, el rotativo informa de que El Mensajero tuvo más de una reunión con agentes de la Unidad Central de Información Exterior de la Policía (UCIE) bastante antes de los atentados del 11-M.

El Chofer y El Mensajero

Mohamed Afalah, era el escolta y chófer de Allekema Lamari y sabía con exactitud con quién y a dónde viajaba uno de los supuestos jefes del 11-M. Por su parte, Berraj era conocido como El Mensajero porque durante un tiempo fue el hombre de los recados El Tunecino.

Además, éste llegó a trabajar de guardia jurado para una compañía de seguridad de un ex policía. Berraj huyó de España dos días antes de los atentados y Afalah el 3 de abril, después de la explosión del piso de Leganés. Hay que recordar que Lamari y El Tunecino eran dos de los siete islamistas que la versión oficial del 11-M dice que se suicidaron en un piso de Leganés el 3 de abril de 2004.

Abdelkader el Farsaoui, Cartagena, trabajó durante más de dos años para la UCIE y fue quien reveló a la Policía que El Tunecino, Mohamed Larbi ben Sellam y Mustafá Maymouni (arrestado por el atentado de Casablanca), entre otros, habían montado en Madrid un grupo terrorista dispuesto a atentar en Marruecos y en España. El Farsaoui, imam de la mezquita del barrio madrileño de Villaverde, dirigía los rezos del grupo terrorista.

Reuniones en cafeterías

Sobre Said Berraj, El Mundo ha sabido que El Mensajero tuvo más de una reunión con agentes de la UCIE bastante antes de los atentados del 11-M en una cafetería Vip's de la calle Príncipe de Vergara de Madrid.

En la denuncia ante la Audiencia Nacional, El Farsaoui también reflejó que la UCIE le facilitaba "datos sobre otros informadores que trabajaban para ellos, como los que trabajaban para otros servicios". Añade que los agentes le enseñan informes "incluso de los que trabajan para ellos y pienso que de mí también se le pudo hablar a otros confidentes". Según El Mundo, sus fuentes de los servicios de información de la Policía han confirmado que Afalah no era confidente suyo por lo que "sólo queda un servicio de información para el que pudiera trabajar: el CNI".

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