L D (EFE) El número uno español Rafael Nadal y el dos suizo Marco Chiudinelli abrirán la eliminatoria de primera ronda del Grupo Mundial, que desde el viernes enfrentará en Ginebra a Suiza y España, mientras que David Ferrer cerrará el duelo el próximo domingo frente al mismo adversario.
Emilio Sánchez Vicario, capitán del combinado hispano, suspiraba porque el balear formara parte de la apertura del enfrentamiento. Sus deseos se cumplieron en el sorteo celebrado en la Sala Jura del Palexpo de Ginebra, una especie de recinto ferial que ha confeccionado en una de sus naves una pista de taraflex, muy rápida, para prolongar el maleficio que acompaña al equipo de España de Copa Davis cuando juega de visitante.
Nadal asumirá con la responsabilidad de disputar el primer punto. El que suele marcar el desarrollo del duelo y el que, en Ginebra, va a intentar cambiar el rumbo de la historia española en sus estrenos competitivos por la Davis, desde que ganó la última Ensaladera en el 2004. De Bratislava y Minsk salieron, malparados, hacia las eliminatorias por la permanencia. En un piso tradicionalmente adverso para el juego hispano, aunque está por ver que multiplique las posibilidades del tenis helvético sin Roger Federer, Rafael Nadal espera a Marco Chiudinelli.
Emilio Sánchez Vicario, capitán del combinado hispano, suspiraba porque el balear formara parte de la apertura del enfrentamiento. Sus deseos se cumplieron en el sorteo celebrado en la Sala Jura del Palexpo de Ginebra, una especie de recinto ferial que ha confeccionado en una de sus naves una pista de taraflex, muy rápida, para prolongar el maleficio que acompaña al equipo de España de Copa Davis cuando juega de visitante.
Nadal asumirá con la responsabilidad de disputar el primer punto. El que suele marcar el desarrollo del duelo y el que, en Ginebra, va a intentar cambiar el rumbo de la historia española en sus estrenos competitivos por la Davis, desde que ganó la última Ensaladera en el 2004. De Bratislava y Minsk salieron, malparados, hacia las eliminatorias por la permanencia. En un piso tradicionalmente adverso para el juego hispano, aunque está por ver que multiplique las posibilidades del tenis helvético sin Roger Federer, Rafael Nadal espera a Marco Chiudinelli.
Con unos méritos discretos que le tienen incrustado en el puesto 137 del ránking mundial, el tenista de Basilea nunca se ha enfrentado al balear. Su bagaje en esta competición es reducido. Tres encuentros. Sólo uno de peso. El que perdió con el holandés Sjen Schalken en 2005. Sus otras dos apariciones fueron con los enfrentamientos resueltos.
David Ferrer asumía la otra mitad de la responsabilidad de los individuales al tener que enfrentarse al teórico número uno helvético, pero la lesión de Wawrinka ha descolocado los planes helvéticos.
Feliciano López y Fernando Verdasco, las raquetas que completan el cuarteto hispano, disputarán, en principio, el partido de dobles del sábado. Jugarán frente al sustituto de Wawrinka, hombre que asume el peso de la eliminatoria, acompañado de Yves Allegro, que carece de ránking individual y que sólo tiene experiencia como doblista en este torneo. Sin embargo, sólo ha estado acompañado en una ocasión por el de Lausana. Y perdieron frente a los australianos Wayne Arthurs y Paul Hanley en cuatro sets. No mucho mayor bagaje presentan como conjunto López y Verdasco, que cayeron en tres mangas el pasado año en Bielorrusia frente Max Mirnyi y Vladimir Voltchkov.
Nadal también abrirá la sesión del último día. Se medirá el domingo a Wawrinka, en el choque que calibrará las fuerzas de los dos números uno. Está fresco aún el recuerdo de la única cita entre ambos. En el Abierto de Australia, que el español solventó en tres sets. El eventual punto definitivo estará en las manos de Ferrer, contra Chiudinelli, al que ya se impuso el pasado año en el torneo de Basilea.