LD (EFE) El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, ha pedido este viernes a la empresa Delphi que le explique "en detalle" sus planes y proyectos sobre el cierre de la planta de Puerto Real (Cádiz) con el fin de encontrar una solución que permita "minimizar los daños" de esta medida. Al respecto, el ministro, acompañado por el candidato del PSN a la presidencia del Gobierno de Navarra, Fernando Puras, declaró en conferencia de prensa que en el ministerio están "volcados" sobre la "preocupante" situación de Delphi y existe un "contacto permanente" con la Junta de Andalucía.
Clos, quien destacó que la planta de Delphi se halla en una zona "sensible" de la bahía de Cádiz desde el punto de vista del empleo, comentó que, a la pérdida de 1.600 puestos de trabajo en la propia factoría, se suman "muchos más" empleos indirectos que podían perderse con esta decisión empresarial. No obstante, apuntó que Delphi cuenta con tres divisiones (rodamientos, direcciones y amortiguadores) "relativamente autónomas" y algunas de ellas son "perfectamente competitivas", por lo que "hay bases para trabajar con meticulosidad y todo el interés del mundo".
Anunció también que desde el ministerio se velará para que todo el proceso se desarrolle respetando "absoluta y contundentemente todas las responsabilidades legales". El ministro declaró que, en todo caso, en una economía abierta, "las decisiones empresariales corresponden a los empresarios" y es responsabilidad del Gobierno facilitar infraestructuras y otros "aspectos básicos" que favorezcan la actividad empresarial dentro de un contexto de colaboración entre el sector público y el privado.
Por otra parte, el ministro afirmó que no tiene "nada que decir" sobre la posibilidad de una fusión entre Iberdrola y Unión Fenosa, si bien precisó que, si se plantease esta operación, habrá que someterla a los criterios del Tribunal de la Competencia y la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y subrayó además que el Gobierno es partidario de garantizar la presencia de varios operadores en el mercado.
Resaltó además que, en materia energética, España está alineada con los países "más radicales" en la apuesta de las energías renovables y recordó al respecto el objetivo de llegar a un 12 por ciento del consumo primario procedente de fuentes limpias en el 2010 y a un 20 por ciento en el 2020.
El ministro hizo también un repaso de los "retos" de la economía española, que está haciendo una transición desde un modelo basado en bajos costes laborales a otro basado en la competitividad y el valor añadido, algo que está suponiendo un "tremendo esfuerzo".
España, señaló, ha estado creciendo varios años a una tasa que duplicaba la de la Unión Europea y en este momento el diferencial se sitúa entre el 25 por ciento ó 30 por ciento, una tasa que se espera poder mantener, no por el consumo interno o el sector inmobiliario, como en el pasado, sino por el efecto inducido de las "locomotoras" europeas, sobre todo de Alemania.
Clos, quien destacó que la planta de Delphi se halla en una zona "sensible" de la bahía de Cádiz desde el punto de vista del empleo, comentó que, a la pérdida de 1.600 puestos de trabajo en la propia factoría, se suman "muchos más" empleos indirectos que podían perderse con esta decisión empresarial. No obstante, apuntó que Delphi cuenta con tres divisiones (rodamientos, direcciones y amortiguadores) "relativamente autónomas" y algunas de ellas son "perfectamente competitivas", por lo que "hay bases para trabajar con meticulosidad y todo el interés del mundo".
Anunció también que desde el ministerio se velará para que todo el proceso se desarrolle respetando "absoluta y contundentemente todas las responsabilidades legales". El ministro declaró que, en todo caso, en una economía abierta, "las decisiones empresariales corresponden a los empresarios" y es responsabilidad del Gobierno facilitar infraestructuras y otros "aspectos básicos" que favorezcan la actividad empresarial dentro de un contexto de colaboración entre el sector público y el privado.
Por otra parte, el ministro afirmó que no tiene "nada que decir" sobre la posibilidad de una fusión entre Iberdrola y Unión Fenosa, si bien precisó que, si se plantease esta operación, habrá que someterla a los criterios del Tribunal de la Competencia y la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y subrayó además que el Gobierno es partidario de garantizar la presencia de varios operadores en el mercado.
Resaltó además que, en materia energética, España está alineada con los países "más radicales" en la apuesta de las energías renovables y recordó al respecto el objetivo de llegar a un 12 por ciento del consumo primario procedente de fuentes limpias en el 2010 y a un 20 por ciento en el 2020.
El ministro hizo también un repaso de los "retos" de la economía española, que está haciendo una transición desde un modelo basado en bajos costes laborales a otro basado en la competitividad y el valor añadido, algo que está suponiendo un "tremendo esfuerzo".
España, señaló, ha estado creciendo varios años a una tasa que duplicaba la de la Unión Europea y en este momento el diferencial se sitúa entre el 25 por ciento ó 30 por ciento, una tasa que se espera poder mantener, no por el consumo interno o el sector inmobiliario, como en el pasado, sino por el efecto inducido de las "locomotoras" europeas, sobre todo de Alemania.