LD (Agencias) La mañana de este viernes, el líder de "Forza Italia", Silvio Berlusconi acudió a la reunión de consultas que desde este jueves realiza el presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, para encargar la formación del próximo Gobierno tras la renuncia de Romano Prodi.
A la salida, el líder derechista dijo que "para el bien de nuestro país, hemos pedido que no se produzca una nueva formación de un Ejecutivo que ya ha hecho demasiados daños". Añadió que su partido pidió al Jefe de Estado "que considere que este Gobierno no ha sido capaz, y no lo será nunca, de gobernar pues desde el inicio no ha contado nunca con una mayoría en el Senado".
Por su parte, el líder de la derechista Alianza Nacional, Gianfranco Fini, no dio soluciones para la formación de un nuevo Gobierno pero indicó que lo que no puede existir es una mayoría apoyada en los votos de los senadores vitalicios. Dijo que "nadie contesta el derecho de los senadores vitalicios a votar pero estos no pueden responder a un programa de Gobierno, sino sólo a su conciencia". Los analistas locales interpretaron esas como una petición de que se verifique en el Parlamento si el Gobierno de Prodi cuenta efectivamente con la mayoría.
Doce puntos
Por su parte, los dirigentes de los partidos que integran "La Unión" (coalición de centro-izquierda que mantiene la mayoría parlamentaria) celebraron una reunión en el Palacio Chigi donde dejaron patente su apoyo a Romano Prodi para que encabece la formación del próximo Gobierno de Italia tras su renuncia como primer ministro.
En el encuentro, Prodi presentó un documento de doce condiciones para continuar la actividad de su Gobierno. El primer punto "no negociable" de los aprobados se refiere a la política exterior, tema que provoca las principales fricciones con sus aliados comunistas, incluida la presencia de las tropas en Afganistán. El ex ministro pide "respeto por las acciones internacionales y de paz" resultantes del compromiso de Italia con la ONU y derivados de su pertenencia a la Unión Europea.
El pacto también incluye que Prodi mantendrá la "última palabra" en caso de división interna en "La Unión" y en los acuerdos sobre la cultura, la escuela, la Universidad, la investigación y la innovación. También se tratan otros asuntos importantes como son el desarrollo de infraestructuras, el reordenamiento del sistema de pensiones y solucionar los problemas derivados de la incompatibilidad de cargos.