L D (EFE) En unas declaraciones durante un acto de beneficencia para la organización 'CLIC Sargent', de ayuda a los niños con cáncer, Mourinho dice que "sería un honor trabajar para un club como el Real Madrid", pero, en su caso, ello tendría que esperar hasta el 2010. "No digo que no en un futuro. Pero claramente digo 'no' hasta el 2010, porque tengo un contrato con el Chelsea", manifestaba.
Las declaraciones de Mourinho se producen después de que la Federación Inglesa (FA) anunciara que no tomará medidas disciplinarias contra él por, supuestamente, llamar "filho da puta" al árbitro Mike Riley el pasado domingo durante el partido que enfrentó a los 'blues' con el Tottenham Hotspur, en los cuartos de final de la Copa inglesa. El entrenador admite que había proferido el insulto, pero niega que fuera dirigido a ofender a nadie y mucho menos al colegiado, con quien tuvo un cruce de palabras al descanso.
Refiriéndose a las palabras utilizadas, Mourinho explica que él las usa con frecuencia en los partidos. "Si hubiese un micrófono en el foso, se me oiría repetirlas veinte veces en un solo encuentro. Pueden ser insultantes si uno las entiende así", decía el técnico portugués. "Son palabras que les digo a mis jugadores y que me digo a mí mismo cuando no estoy contento. Algo que digo cuando el balón golpea el poste. Las pronuncio cincuenta veces en un partido y otras tantas en un entrenamiento sin querer ofender", concluyó.
Las declaraciones de Mourinho se producen después de que la Federación Inglesa (FA) anunciara que no tomará medidas disciplinarias contra él por, supuestamente, llamar "filho da puta" al árbitro Mike Riley el pasado domingo durante el partido que enfrentó a los 'blues' con el Tottenham Hotspur, en los cuartos de final de la Copa inglesa. El entrenador admite que había proferido el insulto, pero niega que fuera dirigido a ofender a nadie y mucho menos al colegiado, con quien tuvo un cruce de palabras al descanso.
Refiriéndose a las palabras utilizadas, Mourinho explica que él las usa con frecuencia en los partidos. "Si hubiese un micrófono en el foso, se me oiría repetirlas veinte veces en un solo encuentro. Pueden ser insultantes si uno las entiende así", decía el técnico portugués. "Son palabras que les digo a mis jugadores y que me digo a mí mismo cuando no estoy contento. Algo que digo cuando el balón golpea el poste. Las pronuncio cincuenta veces en un partido y otras tantas en un entrenamiento sin querer ofender", concluyó.