L D (EFE) El duelo entre Roddick y Nadal es un anticipo del duelo que se puede dar entre las dos primeras raquetas de España y Estados Unidos en la eliminatoria cuartos de final de Copa Davis, del 6 al 8 de abril próximos en Carolina del Norte. El tenista español jugó un encuentro cercano a la perfección para lograr su primera final del año, y la primera después de ocho meses de sequía (Wimbledon contra Roger Federer). El 84 por ciento de acierto con su primer saque, adornado con seis directos, y un excepcional resto con el que rompió tres veces el servicio de Roddick, fueron claves en la victoria de Nadal, que se encontró con un rival desconcertado, al que solo su servicio (16 directos) le salvaron de un resultado aún más negativo.
Roddick no había cedido ni un solo punto de ruptura en 45 servicios anteriores, pero hoy no tuvo margen para prolongar esa racha. Se encontró con un jugador balear, inspirado y en plena forma, sobre todo después de vencer al español Juan Carlos Ferrero 6-1 y 6-1) y luego al argentino Juan Ignacio Chela en un durísimo encuentro anterior (7-5 y 7-5). Además el de Nebraska completó una jornada nefasta para él con sus voleas. Intentó nueve, y solo logró completar una de forma positiva, dando lugar a que Nadal se recrease desde el fondo con efectivos paralelos.
"Desde Dubai me siento mucho más tranquilo", señaló Nadal sobre la pista a TVE tras su victoria, "y cuando uno siente que ha encontrado ya su nivel sabe que tarde o temprano una nueva final llegará”, ha comentado tras el encuentro. Roddick no había cedido un set en este torneo, y soñaba con vencer a Nadal, recordando el resultado que encajó contra el balear en la final de la Copa Davis de Sevilla en 2004. Además era la ocasión idónea para el discípulo de Jimmy Connors de demostrar que tiene hueco entre el de Manacor y el propio Federer. Y sobre todo confiaba en su gran racha positiva contra zurdos, con nueve victorias desde que perdió con el luxemburgués Gilles Muller en la primera ronda del US Open del 2005.
Pero en la pista central del Indian Wells Tennis Garden, el americano, finalista este año en Memphis, tuvo que contentarse con saludar al campeón, el segundo español que llega a la final de este torneo desde que Alex Corretja lo ganase en el 2000, y esperar al segundo Masters Series de la temporada a la vista (Cayo Vizcaíno), para, si el cruce lo permite, intentarlo de nuevo.
Nadal se enfrentará en la final contra el ganador del encuentro entre el serbio Novak Djokovic y el británico Andy Murray, la primera semifinal de un Masters Series entre dos jugadores de menos de 20 años desde Roma el pasado año (Nadal y el francés Gael Monfils). A los dos jugadores los ha vencido Nadal. A Djokovic le derrotó el pasado año en cuartos de final de Roland Garros (6-4 y 6-4), y a Murray esta temporada en un durísimo encuentro en octavos de final del Abierto de Australia (6-7, 6-4, 4-6, 6-3 y 6-1), del que luego el balear salió lesionado.
Roddick no había cedido ni un solo punto de ruptura en 45 servicios anteriores, pero hoy no tuvo margen para prolongar esa racha. Se encontró con un jugador balear, inspirado y en plena forma, sobre todo después de vencer al español Juan Carlos Ferrero 6-1 y 6-1) y luego al argentino Juan Ignacio Chela en un durísimo encuentro anterior (7-5 y 7-5). Además el de Nebraska completó una jornada nefasta para él con sus voleas. Intentó nueve, y solo logró completar una de forma positiva, dando lugar a que Nadal se recrease desde el fondo con efectivos paralelos.
"Desde Dubai me siento mucho más tranquilo", señaló Nadal sobre la pista a TVE tras su victoria, "y cuando uno siente que ha encontrado ya su nivel sabe que tarde o temprano una nueva final llegará”, ha comentado tras el encuentro. Roddick no había cedido un set en este torneo, y soñaba con vencer a Nadal, recordando el resultado que encajó contra el balear en la final de la Copa Davis de Sevilla en 2004. Además era la ocasión idónea para el discípulo de Jimmy Connors de demostrar que tiene hueco entre el de Manacor y el propio Federer. Y sobre todo confiaba en su gran racha positiva contra zurdos, con nueve victorias desde que perdió con el luxemburgués Gilles Muller en la primera ronda del US Open del 2005.
Pero en la pista central del Indian Wells Tennis Garden, el americano, finalista este año en Memphis, tuvo que contentarse con saludar al campeón, el segundo español que llega a la final de este torneo desde que Alex Corretja lo ganase en el 2000, y esperar al segundo Masters Series de la temporada a la vista (Cayo Vizcaíno), para, si el cruce lo permite, intentarlo de nuevo.
Nadal se enfrentará en la final contra el ganador del encuentro entre el serbio Novak Djokovic y el británico Andy Murray, la primera semifinal de un Masters Series entre dos jugadores de menos de 20 años desde Roma el pasado año (Nadal y el francés Gael Monfils). A los dos jugadores los ha vencido Nadal. A Djokovic le derrotó el pasado año en cuartos de final de Roland Garros (6-4 y 6-4), y a Murray esta temporada en un durísimo encuentro en octavos de final del Abierto de Australia (6-7, 6-4, 4-6, 6-3 y 6-1), del que luego el balear salió lesionado.