(Libertad Digital) El ex presidente Felipe González utiliza un artículo publicado en la última edición de El País para acusar al PP y a sus dirigentes de evitar asumir responsabilidades por haber apoyado la guerra de Irak. El conflicto, afirma, no ha logrado que disminuyan como amenazas latentes la proliferación de armas de destrucción masiva y el terrorismo internacional. Ahora, dice, "todos tenemos menos seguridad y hemos pagado un alto precio en libertades ciudadanas".
González apunta a que "el ruido de fondo" que se registró como ambiente previo para lanzar la intervención bélica por la que se derrocó a la dictadura de Sadam Husein –"aquella acción descabellada"–, vuelve a "sentirse ante la crisis de Irán", provocada por el programa nuclear del régimen de Teherán. Enseguida reflexiona que "las mentiras de aquella guerra son del pasado, pero nuevas mentiras pueden llevarnos a otras confrontaciones con consecuencias imprevisibles".
De la guerra de Irak, menciona para sumarse a la "estrategia del pasado" que ha puesto en marcha el PSOE contra el PP, es "imposible e irresponsable dejar de hablar" porque debe estar "en la agenda internacional de cualquier Gobierno serio". Añade que el conflicto "es de dramática actualidad" a pesar de que "se hayan apagado los debates sobre las mentiras de origen y la atención se centre en la desesperada búsqueda de salidas para las arenas movedizas en las que nos metieron".
El ex presidente deja entrever que aplaude la decisión del Gobierno socialista de mantener vivo el debate sobre el origen y razones de las decisiones para lanzar la guerra de Irak, porque es necesario para "contribuir a encontrar una salida al desastre en que se ha convertido para todos, no sólo para los iraquíes".
En el inicio de su texto, el ex presidente González le recrimina al ex presidente José María Aznar, haber aceptado que, en su momento, no sabía que el régimen de Sadam Husein no contaba con armamento de destrucción masiva. Así, dice que "trío de las Azores" declaró "esa guerra atroz por si acaso, o porque les olía a armas de destrucción masiva, o porque era impensable que no las hubiera".