LD (Agencias) Manoucher Mottaki, ministro de Asuntos Exteriores de Irán, ha dicho en una rueda de prensa celebrada en Nueva York que la imposición de nuevas sanciones contra su país por parte de la ONU, "tendrá consecuencias". Indicó que "Consejo de Seguridad debe cuidar de su propia posición y estado. Las acciones que son ilegales, injustificadas e infundadas merman la credibilidad del Consejo de Seguridad
Mottaki destacó que "algunos países muy concretos no tienen derecho a abusar del Consejo de Seguridad". Explicó además que su país ha intentado negociar en repetidas ocasiones con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania, pero les acusó de no tener voluntad política de alcanzar una solución diplomática. Así, apuntó que "si hubiera existido voluntad política, la otra parte no habría impuesto condiciones previas a las negociaciones".
Horas antes, en Teherán, el portavoz del régimen iraní, Gholam Husein Ilham, anunciaba que su país ha decidido suspender de forma "parcial" su cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). La decisión fue tomada durante una reunión del Consejo de Ministros, encabezada por el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, de acuerdo con una ley aprobada el año pasado por el "Majlis" (Parlamento) que obliga al régimen a "revisar las relaciones con la AIEA si el caso nuclear iraní es enviado al Consejo de Seguridad de la ONU".
En declaraciones recogidas por la agencia de noticias oficial IRNA, Husein Ilham señaló que "el Consejo de Ministros decidió suspender en parte la cooperación con la AIEA hasta que el caso nuclear iraní vuelva del Consejo de Seguridad a ese organismo". Enseguida, calificó de "ilegal" la resolución aprobada el sábado.
Desde este lunes, Irán dejará sin efecto dos artículos incluidos en un acuerdo firmado en febrero de 2002 con la AIEA que obligan a la República Islámica a informar a ese organismo de "los detalles de la planificación y programación para el establecimiento de instalaciones nucleares" en el país.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Mohamad Hoseini, consideró que "la resolución (1747) perjudica la credibilidad de las Naciones Unidas", ya que "priva a Irán de su derecho al desarrollo y a las investigaciones científicas". En el documento se exige a Irán que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio, así como la fabricación de un reactor de agua pesada, y aclare las dudas de la agencia sobre los fines pacíficos de sus actividades en esta materia.