L D (EFE) Las 26 personas han sido asesinadas debido a su pertenencia religiosa, ya son 145 los muertos en estas circunstancias en los últimos cinco días. Según han informado fuentes de la seguridad iraquí, los cuerpos, la mayoría con los ojos vendados y maniatados, fueron traslados al principal deposito de cadáveres de Bagdad.
La mayoría de esos asesinatos son perpetrados dentro de la violencia que protagonizan chiíes y suníes, y que estalló en febrero del año pasado tras el atentado que destruyó la cúpula de un importante santuario chií de Samarra, al norte de la capital.
Durante este sábado, al menos cuatro policías murieron y otros ocho resultaron heridos en un atentado suicida con un coche-bomba contra una comisaría de la zona de Al-Daura, al sur de Bagdad.
Tras la explosión, hombres armados dispararon contra las fuerzas de seguridad que intentaron acercarse al lugar para retirar los muertos y heridos, por lo que solicitaron respaldo militar estadounidense, según han confirmado fuentes estadounidenses.
Los miembros y las dependencias de la Policía y el Ejército iraquíes son los blancos predilectos de los ataques y atentados de los grupos de la resistencia iraquí, por considerarlos colaboracionistas con la "ocupación" militar estadounidense.
Este atentado se produce casi una hora después de que un civil haya perdido la vida y otros cuatro hayan resultado heridos por el estallido de varios proyectiles de mortero que impactaron en viviendas ubicadas también el sur de la capital.