Menú

La dictadura castrista envía a una turba de energúmenos para amedrentar a las Damas de Blanco

Decenas de energúmenos partidarios de la dictadura castrista reventaron una concentración pacífica de las Damas de Blanco, que pedían la libertad de los presos políticos. Es lo que el régimen llama "acto de repudio" que utiliza para amedrentar a los cubanos que se atreven a defender en público la libertad y la democracia. Los castristas rodearon a las Damas de Blanco, esposas y familiares de disidentes presos, entre insultos empujones y todo tipo de amenazas y las siguieron hasta la casa de Laura Pollán, esposa de Héctor Maceda, condenado a 20 años de prisión, donde permanecieron en actitud amenazante.

Decenas de energúmenos partidarios de la dictadura castrista reventaron una concentración pacífica de las Damas de Blanco, que pedían la libertad de los presos políticos. Es lo que el régimen llama "acto de repudio" que utiliza para amedrentar a los cubanos que se atreven a defender en público la libertad y la democracia. Los castristas rodearon a las Damas de Blanco, esposas y familiares de disidentes presos, entre insultos empujones y todo tipo de amenazas y las siguieron hasta la casa de Laura Pollán, esposa de Héctor Maceda, condenado a 20 años de prisión, donde permanecieron en actitud amenazante.
L D (EFE)  Las Damas de Blanco desarrollaron este martes su cuarta y última jornada de actividades para conmemorar otro aniversario de las detenciones de 75 disidentes, ocurridas en la primavera del 2003. Vestidas de blanco y portando gladiolos, alrededor de 30 mujeres familiares de opositores presos caminaron en silencio por el céntrico barrio de El Vedado hasta la sede de la Dirección Nacional de Prisiones, dependiente del Ministerio del Interior de la dictadura, donde soltaron palomas, lanzaron gritos de "libertad, libertad" y pidieron una vez más la excarcelación de los opositores presos.

En medio de un fuerte operativo de seguridad, las Damas se disponían a concluir la caminata cuando decenas energúmenos las rodearon a la altura de la Universidad de La Habana y comenzaron a lanzar consignas a favor del régimen y todo tipo de insultos y amenazas. Los castristas siguieron a las mujeres hasta la vivienda de Laura Pollán, esposa del disidente Héctor Maceda, condenado a 20 años de prisión, lanzando gritos de "Viva Fidel, viva Raúl", "Viva la revolución", "Abajo el imperialismo", "Gusanas" "Viva el comunismo, abajo la gusanera" o "Que se vayan".

Para Gisela Delgado, esposa del disidente Héctor Palacios, condenado a 25 años y excarcelado el pasado diciembre con una licencia extrapenal por motivos de salud, este tipo de actos "están preparados por el Gobierno porque el pueblo en ningún momento salió a la calle a repudiarnos. Es una organización del Gobierno". "Nos estaban esperando. Es un acto brutal y yo identifiqué a personas de la Seguridad del Estado que hicieron actos de repudio frente a mi casa", afirmó.

Independientemente de este tipo de incidentes, agregó Gisela Delgado, "vamos a seguir adelante porque sabemos que es justo lo que hacemos por la libertad de nuestros familiares. Vamos a seguir hasta que salga el último". Durante estas cuarto jornadas en conmemoración del cuarto aniversario de la llamada "Primavera Negra", como la oposición cubana bautizó la ola represiva del 2003, las Damas de Blanco realizaron caminatas en las calles de La Habana, asistieron a misas y participaron en cadenas de oración. "Han sido cuatro jornadas bien productivas", opinó Laura Pollán.

En el futuro, "nosotras seguiremos recorriendo las calles de La Habana mientras nuestros familiares estén presos, no le tememos a nadie", anunció Ana Rosa Borrego, madre de Horacio Julio Piña, condenado a 20 años en los juicios sumarísimos contra los 75. Los 75 disidentes condenados en el 2003 a penas de hasta 28 años de prisión fueron acusados por la dictadura de atentar contra la independencia del Estado, conspirar con EEUU y socavar los principios de la revolución. Del grupo, 59 permanecen en prisión y 16 fueron beneficiados con licencias extrapenales por motivos de salud, cuatro de los cuales residen actualmente fuera de Cuba y uno, Miguel Tamayo Valdés, falleció el pasado mes de enero en La Habana.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios