LD (EFE) El nombre del dictador cubano aparece en la última edición del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, el Granma, firmando un artículo titulado "Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3.000 millones de personas en el mundo". El texto se dedica al "análisis" de la estrategia estadounidense para impulsar el uso de combustibles alternativos, como el etanol. De entrada, el plan de Washington es calificado como "idea siniestra" por las repercusiones que, sostiene Castro, tendrá en los países más pobres.
Fidel Castro, que en agosto próximo cumplirá 81 años, no hace referencia a su estado de salud ni a temas de la política interna cubana cuando se cumplen ocho meses de la cesión provisional del poder a su hermano Raúl, por una enfermedad mantenida como "secreto de estado". En cambio, dedica su texto a defender las teorías sobre el cambio climático.
Castro presume que después de la reunión que el veintiséis de marzo el presidente George Bush mantuvo con los principales fabricantes de automóviles de EEUU en la que defendió la idea de impulsar la producción de etanol y combustibles alternativos, "he meditado bastante". Enseguida, señala que "reducir y además reciclar todos los motores que consumen electricidad y combustible es una necesidad elemental y urgente de toda la humanidad. La tragedia no consiste en reducir esos gastos de energía, sino en la idea de convertir los alimentos en combustible".
Según sus cálculos, sería necesaria una producción gigantesca de maíz para producir etanol y cuantiosas inversiones "al alcance sólo de las empresas más poderosas, en las que todo se tiene que mover sobre la base de consumo de electricidad y combustible . Aplíquese esta receta a los países del Tercer Mundo y verán cuántas personas dejarán de consumir maíz entre las masas hambrientas de nuestro planeta".
En un país donde los cortes de energía son comunes y prolongados, el dictador propone soluciones simples: todos los países del mundo, ricos y pobres, "podrían ahorrarse millones de millones de dólares en inversión y combustible simplemente cambiando todos los bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes, algo que Cuba ha llevado a cabo en todos los hogares del país".