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Soldados paquistaníes ocupan Parachanar tras los enfrentamientos religiosos que dejan cuarenta muertos

Cientos de soldados del Ejército de Pakistán, apoyados por vehículos blindados, mantienen bajo su control la localidad  de Parachanar, en el noroeste del país. Durante los dos últimos días, las comunidades chiíes y suníes han protagonizado violentos enfrentamientos que se saldan con al menos cuarenta muertos y más de setenta heridos. La violencia se desató cuando un grupo de terrorustas abrió fuego contra fieles chiíes que salían de una mezquita de esa ciudad capital de la remota zona tribal de Kurram y muy cerca de la frontera afgana. Los mandos castrenses han declarado el toque de queda con la orden de disparar contra cualquiera que lo viole. En los suburbios permanecen varios helicópteros tipo "Cobra" para vigilar a los grupos terroristas que operan en las inmediaciones.

Cientos de soldados del Ejército de Pakistán, apoyados por vehículos blindados, mantienen bajo su control la localidad  de Parachanar, en el noroeste del país. Durante los dos últimos días, las comunidades chiíes y suníes han protagonizado violentos enfrentamientos que se saldan con al menos cuarenta muertos y más de setenta heridos. La violencia se desató cuando un grupo de terrorustas abrió fuego contra fieles chiíes que salían de una mezquita de esa ciudad capital de la remota zona tribal de Kurram y muy cerca de la frontera afgana. Los mandos castrenses han declarado el toque de queda con la orden de disparar contra cualquiera que lo viole. En los suburbios permanecen varios helicópteros tipo "Cobra" para vigilar a los grupos terroristas que operan en las inmediaciones.
LD (EFE) El Ejército paquistaní ha tomado el control de la localidad de Parachanar, en el noroeste de Pakistán, en medio de la tensión entre musulmanes suníes y chiíes tras los enfrentamientos que han dejado unos cuarenta muertos en dos días.
 
Los choques entre ambas comunidades se desencadenaron el viernes, cuando un grupo de hombres abrió fuego durante una concentración de un grupo de chiíes en las cercanías de su mezquita en Parachanar, la capital de la remota zona tribal de Kurram y muy cerca de la frontera afgana.
 
La tensión en esa localidad se gestaba desde una semana antes, a raíz de la detención, a instancias de los líderes chiíes, de una veintena de suníes tras una manifestación en la que lanzaron consignas en contra de la secta rival. La refriega del viernes desató una oleada de enfrentamientos que en menos de 48 horas acabaron con la vida de unas de cuarenta personas y causaron heridas a más de setenta, según el secretario de seguridad de las Zonas Tribales, Arbab Mohammad Arif.
 
Ante esos enfrentamientos, tropas del Ejército y fuerzas paramilitares se desplazaron el sábado a Parachanar y tomaron control de la ciudad, donde declararon el toque de queda con la orden de disparar contra cualquiera que lo viole. También se encuentran en la zona varios helicópteros tipo "Cobra" para vigilar a los combatientes en los alrededores de la localidad y evitar que entren en esa localidad. Algunos residentes denunciaron que algunas de las víctimas murieron a causa de los disparos efectuados desde esis aparatos, lo que negó el secretario de seguridad.
 
En los combates, según informa el diario The News, se utilizó armamento pesado, incluidos misiles, cohetes y balas de mortero, que se cobraron numerosas vidas y causaron graves daños a edificios de la zona. Al menos catorce de las víctimas, entre ellas varios niños, murieron cuando su vivienda fue alcanzada por un cohete, detalló a los periodistas una fuente oficial.

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