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Sarkozy, consigue el objetivo de su vida

El candidato conservador Nicolas Sarkozy ha dado un gran paso político y personal al lograr su gran objetivo, la Presidencia de Francia. A sus 52 años, el enérgico candidato sucederá en el Palacio del Elíseo al que durante muchos años fue su mentor, Jacques Chirac.

El candidato conservador Nicolas Sarkozy ha dado un gran paso político y personal al lograr su gran objetivo, la Presidencia de Francia. A sus 52 años, el enérgico candidato sucederá en el Palacio del Elíseo al que durante muchos años fue su mentor, Jacques Chirac.
L D (EFE) El carácter ambicioso de Sarkozy dejó entrever que su estrategia política tenía como fin alcanzar la Jefatura del Estado y en ese camino se ha enfrentado al hasta ahora gran patriarca de los conservadores franceses.
 
Durante la campaña Sarkozy ha prometido a sus compatriotas revalorizar el trabajo, restaurar la "autoridad y el respeto", devolver credibilidad a la acción política y responder a la "crisis de identidad" del país. Una mayoría de los franceses considera que Sarkozy es competente, entiende sus preocupaciones, tiene talla de jefe de Estado y puede aportar soluciones a los problemas del país.

Pero otros temen a un hombre que en ocasiones da la imagen de "autoritario" y "excesivo", que promete una vuelta de tuerca en la lucha contra la delincuencia y la inmigración ilegal que libró como ministro de Interior desde 2002 (con un breve paréntesis en Finanzas y fuera del Gobierno) hasta el mes pasado.

Sarkozy, que planea rebajar la edad penal y sistematizar las penas de cárcel para los reincidentes, prometió "limpiar" las barriadas conflictivas con mangueras de presión y llamó "gentuza" a jóvenes delincuentes, poco antes de que estallaran las revueltas de 2005 en esos focos de pobreza, exclusión e inmigración.

Partidario de la "inmigración escogida", quiere endurecer las condiciones del reagrupamiento familiar y adaptar los flujos de inmigrantes a las necesidades y capacidades de acogida de Francia.

Su idea de crear un Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional ha suscitado fuertes críticas, hasta en su propio bando, por sus comentarios sobre el supuesto origen genético de la pederastia o los suicidios juveniles.

El candidato reconoce, sin complejos, que desea reconquistar al electorado popular de Le Pen y dice que quiere hablar a la Francia del "no", la que llevó al líder ultraderechista a la segunda ronda de las Presidenciales de 2002 o rechazó la Constitución europea en el referéndum de 2005.

Sarkozy, que en 1995 traicionó a su ex mentor Jacques Chirac al apoyar a su rival en las Presidenciales, se hizo en 2004, en contra de la voluntad de éste, con las riendas del "gran partido de derecha y centro" que el presidente quiso construir tras su reelección. Padre de tres hijos, uno de ellos con su segunda mujer, Cecilia, el candidato afirma que ha "cambiado": "el joven enamorado de la aventura y dispuesto a sacrificarlo todo por su ambición se ha convertido en un adulto más tranquilo", indica en su libro "Juntos".

El que reivindica la "ruptura tranquila" y es tildado de "atlantista" y liberal, ha querido arroparse en la figura del fundador de la V República, Charles de Gaulle, con una muy simbólica visita a su tumba, en la recta final de la campaña. Sarkozy quiere que las horas suplementarias sean pagadas todas un 25 por ciento más, pero sin cargas sociales para las empresas ni impuestos para el trabajador.

Convencido de que se puede alcanzar el pleno empleo en cinco años, propone un contrato de trabajo único a tiempo indefinido y sancionar a los parados que rechacen dos ofertas sucesivas. Planea limitar los impuestos al 50 por ciento de los ingresos, eliminar los derechos de herencia del 95 por ciento de las familias, y para 2012, reducir la deuda pública hasta un 60 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

Para salir del atasco existente sobre la Constitución europea, Sarkozy pide la rápida adopción de un tratado "simplificado", centrado en lo institucional. En cuanto a la política exterior, Sarkozy excluye hacer "tabla rasa" respecto a la línea seguida por Chirac, pero apunta que habrá alguna modificación y propone una "Unión Mediterránea" entre las dos orillas de ese mar.

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