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Sarkozy y Royal abren sus puertas al electorado centrista que amasó Bayrou en la primera vuelta

Los dos candidatos al Elíseo, el conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolène Royal, han mantenido este domingo su particular carrera por la conquista del centro político del electorado, clave de la victoria en la segunda y definitiva vuelta. El cortejo de los casi siete millones de votos que amasó el centrista François Bayrou se ha convertido en el objetivo de los dos finalistas, que les dedican buena parte de los mensajes a la espera del gran debate que les enfrentará el próximo miércoles. Royal se ha negado a descartar que el propio Bayrou pudiera ser su primer ministro, aunque matizó que es una opción poco probable, tras el debate que mantuvieron para tratar de reducir los apoyos de Sarkozy.

Los dos candidatos al Elíseo, el conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolène Royal, han mantenido este domingo su particular carrera por la conquista del centro político del electorado, clave de la victoria en la segunda y definitiva vuelta. El cortejo de los casi siete millones de votos que amasó el centrista François Bayrou se ha convertido en el objetivo de los dos finalistas, que les dedican buena parte de los mensajes a la espera del gran debate que les enfrentará el próximo miércoles. Royal se ha negado a descartar que el propio Bayrou pudiera ser su primer ministro, aunque matizó que es una opción poco probable, tras el debate que mantuvieron para tratar de reducir los apoyos de Sarkozy.
L D (EFE) Sarkozy y Royal abrieron este domingo la puerta a que representantes de la centrista Unión para la Democracia Francesa (UDF) entren en sus Gobiernos y la candidata socialista fue más lejos al negarse a descartar que el propio Bayrou pueda ser su primer ministro, aunque matizó que es una opción poco probable.

El candidato conservador, por su parte, envió varios guiños al electorado de centro en su último gran mitin de campaña, un baño de masas que reunió en el parisiense pabellón de Bercy a 40.000 simpatizantes, según los datos de la Unión por el Movimiento Popular (UMP).

Arropado por la mayor parte del actual Gobierno, con el primer ministro, Dominique de Villepin, a la cabeza, y por muchos de los actuales diputados de la UDF que le han dado su apoyo, Sarkozy escenificó la apertura de su "mayoría presidencial" al centro político del país.

"Quiero dirigirme a los electores de centro, cuyos valores son tan cercanos a los nuestros. Quiero decirles que su sensibilidad tiene un hueco en la mayoría presidencial que quiero construir y en torno a la cual quiero unir a los franceses", afirmó Sarkozy, que se presentó como "el candidato del pueblo de Francia, no de un partido".

Sabedor de que cuenta ya con el favor de la mayor parte de los cargos electos de la UDF y de que Bayrou no parece dispuesto a pronunciarse, Sarkozy se dirigió directamente a los electores "que todavía dudan" y les pidió su apoyo.

Horas antes, en una entrevista en la televisión "Canal+", Sarkozy aseguró que en su Ejecutivo habrá miembros de la UDF porque su partido "no tiene todas las competencias".

Incluso señaló que puede gobernar con el propio Bayrou que, recordó, ya estuvo en un Ejecutivo de la derecha cuando entre 1995 y 1997 ocupó la cartera de Educación del gabinete de Alain Juppé.

Pese a la ventaja que le otorgan los sondeos, el último de los cuales, publicado hoy por Sofres, asegura que se impondrá a Royal con el 52 por ciento de los sufragios, Sarkozy quiso también enviar un mensaje al electorado de ultraderecha, al que prometió estudiar su vieja reivindicación de elegir parte de las cámaras por sistema proporcional, lo que abriría las puertas al Frente Nacional.

Rezagada en las encuestas, Royal también continuó en pos del electorado de centro, al que pretende acceder de la mano de Bayrou, puesto que la mayoría de los otros dirigentes de la UDF están con Sarkzoy.

El silencio del presidente del partido centrista abre a la socialista las puertas de su electorado, al que no cesa de enviar mensajes.

En "Canal+", Royal no descartó la posibilidad de que Bayrou sea su primer ministro, aunque lo más probable es que sus concesiones se limiten a incluir a miembros de la UDF en su Gobierno.

La candidata socialista se mostró dispuesta a completar su programa político con ideas de otras corrientes, en particular de la UDF, y señaló que en el caso de ganar la Presidencia "todas las buenas ideas serán útiles para el país".

"No quiero una Francia partida en dos", afirmó Royal, que tendió la mano a "los electores que no tienen a su candidato en la segunda vuelta pero que piensan que los valores humanos deben imponerse a los valores financieros".

Royal necesita de todos esos votos, por lo que no olvidó al electorado de los otros partidos de izquierda, que lograron casi cuatro millones de votos y cuyos líderes ya le han dado su apoyo.

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