L D (EFE) Fuentes judiciales informaron este sábado que estos agentes especializados se encuentran distribuidos por grupos para tratar de localizar sobre las ruinas indicios que pudieran confirmar el paradero de los dos desaparecidos tras la explosión, Petra Rastrila, de 89 años, y el joven rumano Eduard Dulama, de 24. Los trabajos sobre los escombros depositados junto al antiguo campo de fútbol procedentes del derrumbamiento del número 4 de la calle Gaspar Arroyo se iniciaron sobre las 07.00 horas.
Los miembros de la Policía Científica han localizado sobre el lugar y en los dos últimos días restos humanos, que se encuentran actualmente depositados en su Laboratorio de Madrid, que pudieran corresponder a alguno de las dos personas que se encuentran actualmente en paradero desconocido. Fuentes policiales informaron que dichos restos se encuentran muy fragmentados, por lo que se ha procedido a la toma de muestras de ADN de los familiares más directos para determinar su procedencia y aunque los resultados definitivos no se conocerán hasta la próxima semana la Policía sospecha que podrían ser de la mujer.
Los agentes de la Policía Científica, que utilizan rastrillos de precisión y que han sido capaces de localizar pequeños broches o monedas de 50 céntimos de euro entre las varias toneladas de escombros depositados sobre el terreno, seguirán sus labores de rastreo a lo largo del fin de semana.
Fuentes de la investigación indicaron a Efe que si finalmente se confirma que los restos hallados proceden de alguna de las dos personas desaparecidas cobraría fuerza la hipótesis de que la deflagración se produjo sobre el tercer piso del edificio siniestrado. Petra Rastrilla, de 89 años, tiene su domicilio fijado en el tercero A de dicho inmueble, mientras que el joven rumano, Eduard Dulama, de 24, tiene fijada su vivienda en el segundo A.
Los miembros de la Policía Científica han localizado sobre el lugar y en los dos últimos días restos humanos, que se encuentran actualmente depositados en su Laboratorio de Madrid, que pudieran corresponder a alguno de las dos personas que se encuentran actualmente en paradero desconocido. Fuentes policiales informaron que dichos restos se encuentran muy fragmentados, por lo que se ha procedido a la toma de muestras de ADN de los familiares más directos para determinar su procedencia y aunque los resultados definitivos no se conocerán hasta la próxima semana la Policía sospecha que podrían ser de la mujer.
Los agentes de la Policía Científica, que utilizan rastrillos de precisión y que han sido capaces de localizar pequeños broches o monedas de 50 céntimos de euro entre las varias toneladas de escombros depositados sobre el terreno, seguirán sus labores de rastreo a lo largo del fin de semana.
Fuentes de la investigación indicaron a Efe que si finalmente se confirma que los restos hallados proceden de alguna de las dos personas desaparecidas cobraría fuerza la hipótesis de que la deflagración se produjo sobre el tercer piso del edificio siniestrado. Petra Rastrilla, de 89 años, tiene su domicilio fijado en el tercero A de dicho inmueble, mientras que el joven rumano, Eduard Dulama, de 24, tiene fijada su vivienda en el segundo A.