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VELA

DESAFÍO ESPAÑOL CONTRA NEW ZEALAND por Carlos Morenilla

El máximo de regatas en la eliminatoria de semifinales entre el Desafío Español y el New Zealand son nueve, por lo que se necesitan cinco victorias para pasar. Se regatea tres días seguidos y hay uno de reserva/descanso. ¿Qué hacer para ganar?

L D (Carlos Morenilla/Valencia) La estadística de resultados entre ambos contendientes no puede ser más desalentadora: casi siempre gana el New Zealand. Alguien puede sorprenderse del “casi”, porque en realidad el equipo neozelandés se ha impuesto al español en todas las regatas Match Race que han disputado, y ésa es la información que suministra Competición. ¿Cuándo han ganado los españoles? En las regatas de flota. Cuando los contendientes eran doce, ahí les ganaron.
 
No se puede de esto sacar mucha enseñanza, pero imagino que andarán en estas horas previas al inicio de la eliminatoria, los estrategas y patrones de ambos contendientes analizando las características de su contrario para encontrar la fórmula ganadora. Y eso hacemos también los aficionados. Ésta es una competición de barcos, así que veamos primero cómo son:
 
- Al inicio de esta 32ª edición, cuando el Alinghi aceptó el primer desafío, que fue BMW-Oracle, acordó con él lo que sería la 5ª versión de la America's Cup Class.
     Sus medidas básicas son
                  - 24 toneladas
                  - 24 metros de eslora (largo)
                  -  4 metros de manga (ancho)
                  - 33 metros de mástil
                  - 200 mtrs2. Vela mayor
                  - 150 mtrs2. Vela de proa
                  - 500 mtrs2. Spi.
 
Las toneladas y la eslora no se pueden rebasar, en las otras dimensiones hay unos pequeños márgenes de tolerancia que los diseñadores utilizan para mejorar sus prestaciones.
 
- Del peso total del barco, 24 tm, su mayor parte está en el bulbo que se encuentra sumergido al final de la quilla. De las dimensiones declaradas por algunos participantes, las diferencias son notables: Al Victory sueco le pesaba el bulbo 21 toneladas, mientras que al BMW-Oracle le pesa 19. Estas desigualdades determinan las características de navegación de los barcos.
 
¿Qué divergencias hay entre el Desafío y New Zealand?
 
Aunque parezca sorprendente el diseño del barco neozelandés se encargó a un español, Emilio Botín, que es un constructor de merecida reputación internacional de barcos de regatas, y fue en un taller valenciano donde se forjaron los primeros moldes del casco. El barco español lo diseñaron Reichel & Pugh y Scott Graham, y se ha construido en unas instalaciones preparadas especialmente en Alginet, Valencia.
 
Desde el equipo neozelandés se ha criticado el diseño del ESP-97 al considerarlo anticuado, es un ejemplo de la guerra de nervios desatada entre ambas tripulaciones. Por contra, el diseño de Botín ha sido alabado por todo el mundo.
 
A simple vista, la diferencia más trascendente es la forma de la proa. El barco neozelandés mantiene un mayor peso en su bulbo y ha sido construido especialmente para la navegación Match Race, sobre todo para favorecer la virada. Es una característica que comparte con el Victory sueco, sin embargo, en éste además se ha levantado un poco la proa y se ha disminuido la longitud de la arista frontal, procurando una línea más estilizada desde la base de la proa al fondo del casco.
 
Eso hace al barco muy ágil virando ya que su “morro” queda fuera del agua cuando gira, y por lo tanto pierde menos velocidad. La proa del Desafío es más convencional y toma contacto con la superficie del agua algunos centímetros antes. Eso le proporciona un poco más de superficie de flotación en ceñida y navegará mejor con mayor intensidad de viento. Las diferencias son más importantes navegando en empopada donde el Desafío ha encontrado la velocidad que le ha permitido clasificarse para esta semifinal.
 
Derrotas y victorias
 
Resalto los resultados obtenidos por ambos contra Mascalzone, de un diseño y comportamiento parecido al español. El Desafío le ganó siempre, sin embargo, los italianos derrotaron a los neozelandeses en la primera regata de la Louis Vuitton. Si miramos el desarrollo de esa regata, nos sorprende que en la primera ceñida hubo sólo tres viradas. Los italianos salieron ciñendo en barlovento  y se mantuvieron ahí todo el tiempo que les fue posible. New Zealand, que debía creerse invencible, trató de adelantarles en bordos muy largos, pero Mascalzone mantuvo su posición. Hay un dato importante en esa ceñida, Mascalzone hizo menos recorrido, es decir, su rumbo era más cerrado al viento, ahí New Zealand pagó su “morrito levantado”.
 
Imagino que en la base del Desafío, habrán hecho votos para que el viento esté en el límite superior de intensidad permitida y evitarán, si pueden, entrar en una guerra de viradas. Lo cierto es que hay posibilidades y el Desafío Español no dejará pasar su oportunidad si la tiene.                             

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