L D (Carlos Morenilla/Valencia) La euforia del triunfo del último día ha sentado mal al equipo español. Entraban los neozelandeses en el cajón de la presalida por la parte izquierda, y para prevenir cualquier incidente en el cruce se han parado proa al viento mucho antes de que el equipo español se les aproximara. La situación era parecida al último día, sólo que con el barco español a la derecha.
Un poco antes de los tres minutos, el New Zealand ha iniciado una trasluchada con mucha atención hacia la izquierda, después ha ganado la popa del desafío y ha navegado hacia la derecha invitando a su rival a seguirlo. El desafío lo ha hecho, pero esta vez el New Zealand ha tenido el tiempo suficiente para ganar la velocidad que les caracteriza en arrancada y distanciarse. Un minuto después conseguía virar limpiamente y se enfrentaba al Desafío, proa contra proa, pero los neozelandeses con preferencia de paso.
El Desafío se ha parado, ha dudado, ha virado sobre sí mismo y los neozelandeses les han seguido empujando contra la línea de meta. El barco español ha hecho un zigzag muy arriesgado y se ha encaminado hacia el lado derecho de la meta. El barco neozelandés ha metido su proa contra nuestra popa y ha pedido falta. No lo era. Salida partida, ellos por la izquierda, el desafío por la derecha. New Zealand con más velocidad ha ganado una eslora.
La primera ceñida y el fin
En el inicio del largo, los españoles iban claramente detrás pero les beneficiaba la intensidad del viento y el lado del campo escogido, enseguida se ha visto que había regata. Que habría disputa. En un momento en que se había recortado la desventaja y el desafío marcaba algunos metros por delante, se ha hecho bordo para ir a buscar al rival. Un suicidio. Además de lo que se ha perdido en la maniobra, el New Zealand ha esperado la llegada del oponente que venía con preferencia de paso desde la derecha. No había suficiente ventaja para completar el cruce, ni los neozelandeses lo querían. Han virado en la proa del español con la agilidad y la maestría que les caracteriza. El barco español ha vuelto a su rumbo con 40 metros perdidos, pero por lo visto no han tenido suficiente y han vuelto sobre los neozelandeses a por más.
Una y otra vez, y cada una de ellas perdían distancia. Quince bordos le han dado 25 segundos de ventaja al rival en primer paso por barlovento. En la popa a correr detrás, pero el viento había caído y se han mantenido las posiciones. Sin mordiente, en la segunda ceñida Nueva Zelanda marcando por delante al Desafío, como si fuera el mejor barco del mundo. Los españoles han vuelto a las andadas, esta vez con sólo ocho viradas, por eso sólo han perdido 17 segundos más. En la última popa demasiado lejos, así no se puede hacer nada. Esta vez el Desafío ha recibido una buena paliza. No es tarde para aprender. Este rival es un barco extraordinario, rápido y bien tripulado. No se puede salir a la regata con tantos humos. La victoria anterior no sentó bien. La próxima es la importante.
Luna Rossa acorrala a BMW-Oracle
Las alarmas están encendidas en el barco americano porque hoy ha vuelto a perder. La victoria que les puso 1 a 1, sirvió de lección al equipo italiano que ya no ha vuelto a cometer ningún error. Ahora en vez de presumir, ganan. Se abalanzan sobre su rival, lo atrapan en una posición de desventaja y ya no lo sueltan en toda la regata. Hoy no ha habido color. Les cabe a los estadounidenses la excusa de que han roto una cruceta de su mástil que puede haber mermado su capacidad de maniobra. Nada, excusas. La verdad es que Luna Rossa es tremendamente superior y la eliminatoria no tendrá más desenlace que su victoria.
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