El Valencia se alía con la fortuna para tumbar in extremis a un buen Mallorca y reforzar su candidatura al título (0-1)

(LIbertad Digital) La visita del Valencia condicionó los planes de Gregorio Manzano, que eligió un planteamiento defensivo -sacrificó un delantero para jugar con un doble pivote- para medirse a uno de los cuatro aspirantes a la Liga. El ariete Víctor Casadesús, titular hasta ahora, se quedó en el banquillo, y en su sitio entró un jugador más defensivo como el griego Basinas. Sin ataque el conjunto insular, la primera parte tuvo un claro color visitante, pues fueron los hombres de Quique Sánchez Flores quienes crearon las mejores ocasiones y mantuvieron el control del balón. Villa avisó en el minuto 3, pero le sobró un regate cuando se recreaba ante Moyá. Después le emuló Angulo, que dejó el balón en las manos del meta balear cuando intentaba superarlo en el mano a mano. En las dos acciones los delanteros ganaron la espalda de la defensa 'bermellona' con una facilidad pasmosa.

El Mallorca, que sobrevivió con la clase del 'Caño' Ibagaza y la velocidad de Jonás, mucho hizo con mantener el 0-0. Arriba no existió, y aunque se defendió con orden, no era el equipo imbatido en su campo desde el pasado 21 de febrero. Su rival cometió el error de dejarlo vivo en la primera parte. Villa tuvo menos apoyos de Joaquín y Silva, los estiletes del conjunto 'ché', bien marcados por Navarro y Héctor con las ayudas de Jonás y Varela, respectivamente.

La segunda parte empezó con una espectacular ocasión de Joaquín que Moyá desbarató al desviar a córner (m.48), y continuó tres minutos después con la réplica del Mallorca, a cargo de un Ibagaza que obligó a Cañizares a emplearse a fondo. Fue todo un aviso de intenciones de dos equipos que iban a luchar por la victoria hasta el final. Todo el tedio y el aburrimiento de la primera parte dejó paso a un juego vertical y dinámico tras el paso por vestuarios, con constantes oportunidades de gol para ambos equipos.

Villa tuvo el gol de la victoria en sus pies (m.68), pero de nuevo Moyá salvó a su equipo. La mejor ocasión del partido llegó a doce minutos para el final del tiempo reglamentario cuando Bosko Jankovic estrelló el balón en el larguero. Era la segunda pelota que tocaba el serbio tras sustituir a Varela. Cualquier equipo podía marcar en un partido roto y quien lo hizo fue el conjunto visitante por medio de Joaquín tras una jugada iniciada por Villa y continuada por Jorge López, quien habilitó para el gaditano en el área con un bonito taconazo. El Mallorca, que fue superior durante muchas fases, encaja así su primera derrota en el Ono Estadi desde el pasado 21 de enero, cuando el Real Madrid ganó por 0-1.