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EL LUNA ROSSA, PRIMER FINALISTA TRAS HUMILLAR AL BMW-ORACLE

El Desafío Español prolonga su sueño en la Copa Louis Vuitton con un nuevo triunfo ante el New Zealand

La historia se repite cuatro días después. Al igual que ya hiciera el pasado miércoles, el Desafío Español ha vuelto a ganar al poderoso Emirates Team New Zealand en semifinales de la Copa Louis Vuitton, esta vez por sólo quince segundos en la línea de meta, y pone el 4-2 en la eliminatoria. Mientras, el Luna Rossa italiano ya ha conseguido su clasificación para la final a costa del BMW-Oracle estadounidense (5-1).

La historia se repite cuatro días después. Al igual que ya hiciera el pasado miércoles, el Desafío Español ha vuelto a ganar al poderoso Emirates Team New Zealand en semifinales de la Copa Louis Vuitton, esta vez por sólo quince segundos en la línea de meta, y pone el 4-2 en la eliminatoria. Mientras, el Luna Rossa italiano ya ha conseguido su clasificación para la final a costa del BMW-Oracle estadounidense (5-1).
L D (Carlos Morenilla/Valencia) El Desafío Español ha protagonizado la mejor regata desde que se inició la competición. Todos han hecho su trabajo con la fuerza y la precisión necesaria para ganar a uno de los mejores equipos de regatas del mundo. Se ha producido, además, otra circunstancia que ha favorecido al barco español, y es que el viento se ha mantenido por encima de los 14 nudos en casi toda la prueba. El sábado no pasó de diez casi nunca. A ello hay que unir la presencia a bordo de Luis Doreste, algo que no debería ser noticia. Era para pensárselo, pues muy bien podría haber sido el día en que el sindicato español resultara eliminado. Pero tanto Doreste como Santiago López-Vázquez, el otro estratega, han estado siempre a disposición del equipo fuesen cuales fuesen las circunstancias. No hay en la entrega o entusiasmo ninguna diferencia entre ellos.
 
La presalida
 
Jornada con viento intenso. El barco español, con bandera amarilla, entraba con mucha velocidad por la derecha y se fue a buscar a su rival. El New Zealand no logró ganar profundidad y los dos barcos quedaron aproados encima de la línea, muy cerca de la baliza, aunque eso terminaría resultando trascendente. Cutler, el táctico español, lo vio claro. Mantuvo el barco un poco atrasado, vigilante y después de dos viradas los neozelandeses se colocaron a sotavento por la izquierda. Los barcos se dirigieron a la línea, con el Emirates Team New Zealand orzando para obligar al Desafío a virar o salirse de línea, pero el sindicato español tenía agua en su barlovento hasta el barco de comité.
 
El ESP-97 ha resistido casi aproado: los dos barcos navegaban con muy poca velocidad hasta que de pronto los españoles viraron, aparentemente obligados, cayeron un poco, cogieron velocidad y se fueron a la línea por la derecha. Los 'kiwis' podrían haber salido varios segundos antes pero decidieron parar. No tenían espacio hasta la baliza, hicieron bordo y salieron en la popa del barco español. Digamos con sorna que le obligaron a ganarles la salida. Bien por Cutler y bien por Karol Jablonski. Otra vez el Desafío Español ha salido mejor.
 
 La estrategia
 
Los neozelandeses no podían navegar en la popa del barco español con viento perturbado y en cuanto han tenido velocidad han hecho bordo y se han ido a la izquierda. Si Luis Doreste hubiera seguido una estrategia normal y rutinaria, o las posiciones de los barcos hubieran estado invertidas, el barco español habría hecho bordo a su vez y su hubiera ido a “marcar” a su rival. Pero Doreste ha buscado mayor distancia entre los barcos y ha mantenido el rumbo. Un viento intenso y estable no ha favorecido ni perjudicado a ninguno. El barco español ha conseguido dos esloras de ventaja, mientras el New Zealand estaba convencido de que el Desafío no iba a ir a por ellos y decidía virar para buscarlos. Dos bordos a cero, que es la forma de ganar una regata.
 
En total cinco viradas, lo imprescindible, y a baliza. En el penúltimo largo hemos visto algo maravilloso: el barco español ha virado en la proa de la embarcación de Nueva Zelanda, tal vez algo pronto, y los 'kiwis' han mantenido el bordo a barlovento rumbo a la línea límite de la derecha. Los barcos casi estaban parejos. Si hubieran llagado así a la línea, en el bordo a boya hubieran quedado delante. Casi se tocaban, el barco español ha ido orzando desde sotavento y ganando distancia dos metros, 4, 10, 15, ¡una eslora!, y estaban delante. El New Zealand ha tenido que virar y el Desafío ha montado la baliza doce segundos antes. ¡Con viento de más de 14 nudos, el Desafío los machaca!
 
En la popa no pueden ganarnos. Han navegado al límite de sus posibilidades y el barco español ha entrado en la puerta de sotavento 13 segundos antes. Emocionante, pues los 'kiwis' son muy buenos y han vendido caro cada metro, cada segundo. En la segunda ceñida, todavía menos bordos, cuatro viradas el barco español, mientras que el New Zealand realizaba cinco. Le recortó la mitad de la distancia, pero se trataba de llegar antes a la boya y así ha sido: sólo ocho segundos, apenas una eslora. En esa posición el barco de popa parecía tener ventaja porque con su enorme vela podía tapar el viento a su rival. Lo han intentado, pero los barcos iban en popa casi redonda y ahí gana en velocidad el Desafío con este viento. Una sola trasluchada, casi rumbo directo. Luis Doreste escuchaba tranquilo la lectura de las posiciones que le daba Matt. Ha mantenido la tensión.
 
Los neozelandeses estaban a pocos metros. Una decisión errónea cuesta la eliminación a estas alturas, pero el Desafío ha cruzado la meta antes, con 15 segundos que son un mundo. El New Zealand no ha podido ganar y ha hecho todo lo posible, que a nadie le quepa duda. En la meta ha estallado la alegría en la base y todos se abrazaban a bordo. Luis Doreste ha tenido que coger el timón en medio de la euforia y gritar las maniobras para que el barco siguiera con gobierno, pues Jablonski era el que más contento estaba abrazándose con todos. La próxima regata será lunes. El equipo debería estar claro, supongo.
Resultado, 4-2 para el New Zealand.
 
El BMW-Oracle, eliminado
 
Se termina la participación del BMW-Oracle estadounidense perpetrando una gran injusticia. Chris Dickson, que ha sido el alma y el líder de este equipo durante toda la competición, fue relevado por el danés Sten Mohr como patrón en la última regata. Una decisión del millonario y caprichoso Larry Ellison, dueño y mandamás del equipo. No ha sabido perder con gallardía. La culpa no era de Dickson, por supuesto, y el equipo ha perdido esta sexta regata como siempre, pero con mucha peor imagen.
 
Y es que cuando el año pasado, en la eliminatoria de semifinales del Acto 12, un ensayo general a un año vista, el BMW-Oracle se enfrentó al Luna Rossa y el encuentro se saldó con una colisión que provocó tantos daños al barco italiano que ya no pudo seguir en competición. Pero hasta ese momento los transalpinos iban por delante sin que pudiera preverse que los americanos pudieran remontar. Después el BMW-Oracle fue humillado por el New Zealand en la final. No era un barco bueno. Demasiado frágil con viento intenso, ha sufrido varias roturas, y demasiado lento con menos fuerza. Adiós a los estadounidenses. El Luna Rossa espera ahora al resultado entre el Desafío y el New Zealand.

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