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El Ejército libanés bombardea durante horas el campamento palestino de Nahar al Bared

El Ejército libanés bombardeó este lunes durante horas el campamento palestino de Nahar al-Bared, en las afueras de la ciudad norteña de Trípoli, sin conseguir sofocar la resistencia que oponen los terroristas del grupo "Fatah al-Islam". Según la Agencia Nacional de Noticias, habría treinta muertos y noventa heridos en los enfrentamientos que iban a ser en parte evacuados por la Cruz Roja gracias a un precario alto el fuego que se alcanzó durante unas dos horas. Este domingo fueron cerca de cincuenta los muertos, la mitad de ellos soldados libaneses y la otra mitad miembros del grupo terrorista, que intercambiaron tiros al menos en tres lugares distintos de la ciudad.

El Ejército libanés bombardeó este lunes durante horas el campamento palestino de Nahar al-Bared, en las afueras de la ciudad norteña de Trípoli, sin conseguir sofocar la resistencia que oponen los terroristas del grupo "Fatah al-Islam". Según la Agencia Nacional de Noticias, habría treinta muertos y noventa heridos en los enfrentamientos que iban a ser en parte evacuados por la Cruz Roja gracias a un precario alto el fuego que se alcanzó durante unas dos horas. Este domingo fueron cerca de cincuenta los muertos, la mitad de ellos soldados libaneses y la otra mitad miembros del grupo terrorista, que intercambiaron tiros al menos en tres lugares distintos de la ciudad.
L D (EFE) Aunque las cifras de este lunes son muy confusas, se teme que haya numerosas víctimas civiles dentro de este campamento en el que viven unos treinta mil refugiados palestinos, pero se ha filtrado muy poca información porque el Ejército ha sellado las entradas al campamento durante casi todo el día.
 
Las televisiones mostraron este lunes espectaculares imágenes de enormes columnas de humo ascendiendo hacia el cielo, causadas por la artillería pesada, mientras se oía el repiqueteo de las ametralladoras desde el campamento. En el resto de la ciudad imperó la calma, pese a que Fatah al Islam amenazó con extender la violencia fuera del campamento e incluso fuera de la ciudad, hacia otras partes del Líbano.

Abú Salim Taha, que se identificó como portavoz del grupo terrorista, dijo a la cadena Al-Yazira, que lo contactó por teléfono: "Si el Ejército no para sus ataques contra nuestras posiciones, nos veremos obligados a llevar nuestros ataques fuera de Trípoli". "Es un asunto de vida o muerte y tenemos que defendernos", dijo el terrorista desde algún lugar dentro del campamento.

Al filo del mediodía, los combatientes llegaron a una especie de tregua temporal para permitir a la Cruz Roja la evacuación de muertos y heridos, pero menos de dos horas después los bombardeos se reanudaron, esta vez con mucha más intensidad. Al parecer, los trabajadores humanitarios no han podido entrar dentro del campamento. Los periodistas tienen prohibido el acceso al campamento y las televisiones tienen que limitarse a ofrecer imágenes del exterior.
 
Ban Ki-moon carga contra Al-Qaeda 
 
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su preocupación por los combates en el norte del Líbano y señaló a la organización palestina vinculada a Al-Qaeda como el elemento perturbador.  "Las acciones de Fatah al Islam son un ataque a la estabilidad y la soberanía del Líbano", puntualizó.
 
Ban acogió de forma positiva la postura adoptada por las varias facciones palestinas en el Líbano que han denunciado los ataques contra las fuerzas armadas libanesas y pidió a todas las partes que hagan lo que esté en sus manos para proteger a la población civil.
 
El directivo de la ONU condenó, también, enérgicamente el atentado con bomba perpetrado en Beirut e instó a los libaneses "a unirse para hacer frente a estas amenazas a la estabilidad y seguridad".

Aunque este domingo numerosos ciudadanos salieron a las calles a jalear a los soldados que iban a sitiar el campamento de refugiados, este lunes se vio que la tarea puede resultar mucho más difícil de lo previsto. Los campamentos de refugiados palestinos cuentan con un estatus especial en el que el ejército libanés controla sólo su acceso, pero permite que sean los grupos terroristas palestinos los que se encargan de la seguridad interna, por lo que abundan grupos de todas las tendencias.

El político cristiano Michel Aun, feroz opositor del primer ministro Fuad Siniora, culpó al gobierno porque "permitió a `Fatah al-Islam´ surgir como milicia: llevan un año preparándose con armas y entrenamientos, no han llegado en paracaídas; el gobierno lo sabía y no hizo nada por evitarlo". El desencadenamiento de este nuevo frente de violencia en Trípoli se produce cuando el estado libanés se encuentra sumido en una profunda crisis, con el Gobierno abandonado por seis ministros, el parlamento que no se reúne y el presidente boicoteado por el primer ministro y por la comunidad internacional.
 

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