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Di Luca da el golpe en la duodécima etapa y se adjudica la maglia rosa

El italiano Danilo Di Luca, del Liquigas, se ha impuesto en la duodécima etapa del Giro de Italia, disputada entre Scalenghe y Briancon -163 kilómetros-. La suerte para el italiano vino con el maillot rosa que se ha enfundado, justo cuando empiezan las complicaciones montañosas en la prueba. Entró en meta con un tiempo de 4 horas, 46 minutos y 39 segundos, por delante de Gilberto Simoni (Saunier). A unos segundos pasaron el luxemburgués Andy Schleck (CSC) y otros dos italiano, Eddy Mazzoleni (Astana) y Damiano Cunego. Este quinteto protagonizó el duelo en las cumbres. Este viernes se disputa la decimotercera etapa entre Biella y Oropa, una cronoescalada de 12,6 kms. que servirá para perfilar el grupo de favoritos.

L D (EFE) Di Luca, de 31 años, hizo honor a su apodo de "killer" y no perdonó ante sus rivales más distinguidos. Se mostró implacable en la etapa Tour de la presente edición, con el Agnello, la cima Coppi que comunica Italia con Francia y el mítico Izoard, como selectos escenarios de una bonita batalla que libraron los mejores del Giro, los más fuertes. En un ataque a 400 metros de la pancarta final en Briancon, Di Luca abrió el suficiente hueco para entrar en solitario, con Simoni (Saunier Duval) segundo con el mismo tiempo de 4h.46.39. La tercera plaza a 7 segundos fue para el luxemburgués Andy Schleck, la revelación de los jóvenes, la cuarta para Edy Mazzoleni (Astana), imprevisto invitado a la fiesta, y la quinta para Damiano Cunego (Lampre), a 19 segundos.

Los españoles David Arroyo y Patxi Vila aguantaron en un segundo grupo y perdieron el mismo tiempo respecto a Di Luca: 2.39, lo que no les aleja del top ten de la carrera rosa. La etapa que quitó la etiqueta de favorito a corredores como el ucraniano Popovych (Discovery) y el italiano Paolo Savoldelli (Astana), a 7 minutos y 5.49 del vencedor, también acabó con la ilusión del "abuelo" Andrea Noé, que liquidó el viaje a casi 10 minutos del ganador, acompañado del maillot arco iris Paolo Bettini.

En la clasificación general Di Luca aventaja en 1.03 a Marzio Bruseghin (Lampre), segundo y en 1.16 tercero, el español David Arroyo (Caisse D'Epargne), mientras que Schleck salta a la cuarta plaza a 1.25. Damiano Cunego es sexto a 2.10 y Simoni octavo a 2.34. El Giro será una discusión entre italianos, como estaba previsto de antemano. No decepcionó la etapa. Los grandes colosos del Agnello y del Izoard se prestaban no solo para ver paisajes inigualables, sino para la batalla entre las figuras del Giro, que con excepciones, no faltaron a la cita.

El primero de estos puertos, con sus 21 kms de ascenso con pendientes medias del 6,8 por ciento, realizó la selección de 7 corredores encargados de gestionar la etapa: Di Luca, Simoni, Piepoli, Cunego, Andy Schleck, Mazzoleni y Garzelli, es decir, la familia italiana y el luxemburgués de 21 de invitado. Simoni eligió el puerto que llevaba hasta la cima Coppi (2.744 metros) para quemar la traca. Hasta tres ataques lanzó el jefe de filas del Saunier, pero sin suerte alguna, ya que sus rivales respondieron de inmediato. Solo Piepoli y Garzelli sufrieron los efectos del latigazo perdiendo contacto con el quinteto que se formó delante, aunque Cunego también vio las orejas al lobo y hubo de contactar ya en el descenso después de verse descolgado.

Ya en Francia, en el Izoard (2.186 metros), con sus 14 kms al 7,1 por ciento de pendiente media, Di Luca soltó el envite. Primero tomó la precaución de abrocharse el chubasquero, y a continuación, a 4 kms de la cima, salió disparado. Coronó en solitario y solo se lanzó al descenso. A un puñado de segundos pasaron los perseguidores. El líder, Noe, ya vagaba por las pendientes, como Popovych, como Savodelli.

En la bajada se produjo el reagrupamiento del quinteto y a toda velocidad se hicieron a la idea de que llegarían juntos hasta el tramo final. A 700 metros de meta Di Luca se levantó de nuevo de la bici con intenciones ganadoras. Dientes apretados, fuerza descomunal, confianza a espuertas. No pocos ingredientes parav el hombre más fuerte del Giro. Simoni, sufriendo, logró ponerse a pocos metros del líder del Liquigas, pero el "killer", no perdonó. Si no, su apodo hubiese sido otro.

Este viernes se disputa la decimotercera etapa entre Biella y Oropa, una cronoescalada de 12,6 kms que servirá para perfilar el grupo de favoritos.

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