Estoy muy contento de estar hoy en Móstoles con todos vosotros. Ayer no
pude ir a Gijón, donde también me habían invitado, porque el avión no
consiguió aterrizar.
Quiero felicitaros por la excelente campaña que estáis haciendo todos
los candidatos: Esperanza en la Comunidad, Esteban aquí en Móstoles,
Alberto en Madrid y todos los demás candidatos a los 178 municipios de
esta región. Os han insultado y habéis respondido con propuestas. Han
atacado vuestras sedes y habéis respondido con compromisos, con compromisos
cívicos y democráticos. Han tratado, una vez más, de amedrentaros y de
poneros a la defensiva y habéis hecho lo contrario, habéis salido
todavía más a la calle, a hablar con los vecinos, a decir serenamente,
democráticamente, que sois del Partido Popular y que estáis orgullosos de
serlo, porque este partido ha llevado a Madrid un tiempo de progreso, de
modernización, y también de respeto al adversario dentro de las reglas
democráticas.
Quiero felicitar a Esteban Parro. Ha sido un excelente Alcalde de
Móstoles. Y lo va a seguir siendo, porque los vecinos de esta gran ciudad
–gran ciudad, sí: una de las mayores de España, con sus 200.000
habitantes- han visto cómo lo que les decían del PP no tenía nada que ver con la
verdad.
Han visto a un Alcalde y a una Comunidad Autónoma volcados en mejorar
la seguridad ciudadana, en integrar a los inmigrantes en nuestros
valores y nuestro modo de vida. Volcados en crear empleo. Volcados en acercar
a las personas y hacerles la vida más cómoda con nuevas
infraestructuras. Volcados en el cuidado del medio ambiente. Volcados en la educación,
con colegios públicos bilingües. Volcados en mejorar la atención
sanitaria. Volcados en atender mejor a los ancianos, a los desarraigados y a
los que más lo necesitan. Esa es la verdadera cara del PP, y no la que
nuestros adversarios se empeñan en contar.
Obras son amores, dice el refrán. Y con nuestras obras, con nuestra
política de crear empleo y de dar oportunidades a todos, los ciudadanos
han superado las barreras estrechas en las que la izquierda quiere
encerrarles.
Han querido encerrar a los madrileños del sur y del este en una
barrera, diciendo: estos son míos y siempre lo serán. Pero la gente es libre y
se salta esa barrera cuando ve de cerca lo que es el PP. Por eso
ganamos en Móstoles, y en Valdemoro, y en Leganés. Por eso ganamos en Alcalá
de Henares, y en Coslada. Y por eso estoy seguro de que el próximo
domingo, centenares de miles de madrileños del sur y del este, que son
libres, que son personas inteligentes, que no se dejan encerrar por nadie,
elegirán a alcaldes y alcaldesas del Partido Popular.
Hoy estoy en Móstoles, en mayo del año 2007. Dentro de un año se
cumplirán 200 desde que el alcalde de esta ciudad, y el pueblo de Madrid,
decidieron ser libres e independientes.
Y hoy quiero aprovechar para pedirle una cosa a Esperanza Aguirre. Yo
sé que Esperanza es una liberal de principios, y una patriota de
convicciones. Hagamos que la conmemoración del 2008 sea una verdadera
conmemoración nacional. Y que no sea la conmemoración de ningún enfrentamiento,
sino la conmemoración del Bicentenario de la Soberanía Nacional, porque
eso es lo que sucedió en 1808 y en 1812. Los españoles tomaron la
soberanía en sus manos, y juntos –juntos, no cada región por separado-
decidieron ejercer esa soberanía, superar el Antiguo absolutismo y convertir
lo que era un reino de súbditos en una Nación de ciudadanos, libres,
iguales y soberanos todos. “Patria y Constitución”, decían los liberales
de Cádiz. Patria y Constitución, todo un programa político que nos
sigue valiendo ahora y que merece la pena conmemorar.
Me alegro mucho de acompañar a Esperanza en uno de los últimos mítines
de esta campaña. Eres una gran Presidenta, Esperanza, como fuiste una
gran Ministra. Y sé que te has ganado a pulso el prestigio y el cariño
de los madrileños.
Los equipos de Esperanza y de Esteban Parro, ese gran alcalde que ha
tenido y va a seguir teniendo Móstoles, son equipos del Partido Popular,
de nuestro partido. Son equipos que ponen en práctica los principios y
la capacidad de buena gestión del Partido Popular. Son equipos
liderados por el presidente de nuestro partido, por Mariano Rajoy, que muy
pronto pondrá fin al peor Gobierno que ha tenido la democracia española.
Los equipos de Esperanza y de Esteban ponen en valor unas pocas cosas
en las que nosotros creemos, que son seña de identidad de nuestro
partido, del Partido Popular, y que son el principal motivo por el que los
españoles han confiado y saben que pueden confiar en nosotros. Saben que
somos gente seria, honrada, responsable. Saben que somos de fiar.
España está hoy peor que hace unos años. ¿Por qué? Porque tenemos un
gobernante que decidió, unilateralmente, romper los tres grandes
consensos en los que habíamos basado los mejores años de nuestra Historia.
El actual presidente del Gobierno decidió romper el pacto de la
concordia. El pacto que alcanzamos entre todos en la Transición para sellar
las heridas del pasado y mirar al futuro.
Él, sin mandato para ello, decidió gobernar para dividir, alimentando
rencores pasados, en lugar de seguir avanzando hacia el futuro. Lo hizo
por puro interés partidista. Para intentar arrinconar y demonizar al
Partido Popular. No lo ha logrado. Y esa política no beneficia a nadie y
todos los españoles lo saben.
El gobierno no puede ser sectario, no se puede gobernar enfrentando a
unos con otros. España no es mejor, sino peor, cuando se ha querido
romper con los acuerdos básicos de la Transición. Los acuerdos de
concordia, de convivencia democrática que hasta ahora todos –insisto, todos- lo
Presidentes de Gobierno habíamos respetado.
La segunda ruptura se produjo cuando ese gobernante puso en marcha el
cambio de la Constitución por la puerta de atrás. Se produjo cuando el
actual presidente del Gobierno, en lugar de defender la Constitución,
alentó y amparó a todos aquellos que quieren inventar naciones.
España es una nación plural. No es una nación plurinacional. Nuestra
Constitución consagra el Estado de las autonomías. No ninguna
confederación simétrica o asimétrica de naciones a la carta.
Enfrentar a unas regiones con otras no beneficia a nadie. Animar a que
cada uno se quede con su trozo de río no beneficia a nadie. Debilitar
al Estado, hacerlo inviable, imposibilitarlo para cumplir sus funciones,
no beneficia a nadie.
Y todo eso lo ha hecho Zapatero sin mandato de nadie, sin haberlo
sometido a refrendo popular. Vaciando la Constitución por la puerta de atrás
en vez de atreverse a reformarla y someter su política al voto de los
ciudadanos.
La tercera ruptura es la más dolorosa porque implica el desprecio a
todos los que entregaron su vida a manos de los terroristas. Implica el
desprecio a todas las víctimas del terrorismo. Es la ruptura de la
política para la derrota de ETA.
Zapatero ha incumplido el compromiso que firmó ante todos los españoles
en el Pacto Antiterrorista, y que luego incluyó en el programa
electoral del PSOE. Prometió públicamente luchar por la derrota de ETA. Nos
engañó.
Me engañó a mí, engañó a Mariano Rajoy, engañó a Ángel Acebes, engañó a
Jaime Mayor Oreja. Nos engañó cuando firmó que lucharía por la derrota
de ETA.
También engañó a los suyos. Engañó a su partido, a sus militantes y a
sus votantes. Engañó a todos los que creyeron que iba a cumplir lo que
decía su programa electoral.
Engañó a todos los votantes de buena fe que no sabían que desde el año
2002 estaba ya negociando con Batasuna, es decir, con ETA.
Los españoles no quieren volver a ver a ETA en los ayuntamientos ni a
los terroristas callejeros amenazando su libertad en las calles. Los
ciudadanos respaldan la política de defensa de la libertad y de derrota de
ETA que marcaba el Pacto Antiterrorista.
Al PP le han dejado solo defendiendo la cordura, defendiendo la
política que estaba a punto de derrotar a los terroristas. Yo creo que ninguno
de los afiliados del PP nos alegramos nada de que nos hayan dejado
solos defendiendo lo que antes defendíamos juntos los dos grandes partidos.
Al contrario, nos entristece.
Pero esa es la realidad. El único líder político nacional que defiende
la derrota de los terroristas se llama Mariano Rajoy. El único líder
que ha rechazado la vuelta de los batasunos a los Ayuntamientos se llama
Mariano Rajoy. El único –desgraciadamente, el único- partido que ha
salido a la calle a decir que un terrorista como De Juana Chaos no puede
salir a la calle a chulearse, sino que tiene que estar en la cárcel, y
por muchos años, es el Partido Popular.
Por eso digo, serenamente, sin ningunas ganas de demonizar a nadie, que
ojalá pronto haya un partido nacional en la izquierda que vuelva a
defender con nosotros que con los terroristas no hay nada que negociar.
Y mientras esto no suceda, los ciudadanos que quieran la derrota del
terrorismo, por encima de su ideología, sólo tienen una alternativa
posible, que es votar las candidaturas del Partido Popular.
Yo tengo confianza en el futuro de España. Tengo confianza en los
españoles. Tengo confianza en que una inmensa mayoría quiere volver a
escribir renglones de patriotismo, de unidad y de progreso común.
Yo tengo esperanza en una España cada día mejor. Quiero lo que quiere
la inmensa mayoría de los españoles: honradez, confianza, progreso,
empleo. Lo queremos todos.
Tengo confianza en una España en la que las palabras no sean un manto
de mentiras para esconder la deslealtad.
Tengo confianza en una España de ciudadanos leales, leales entre sí,
leales a su patria, gobernados por políticos leales, con Comunidades
Autónomas leales y con poderes del Estado leales.
Tengo confianza en una España de concordia, en la que Gobierno y
oposición sean leales en lo esencial: la Constitución, las grandes leyes
básicas, y la lucha contra el terrorismo.
Tengo confianza en una España que no sienta vergüenza de sí misma. En
una España que se enorgullezca de sí misma, que no tema pronunciar su
propio nombre, ni agitar bien alto su bandera.
Tengo confianza en el sentido democrático de los ciudadanos, que
quieren una España democrática, basada en el respeto a la voluntad popular,
donde los poderes del Estado cumplan su misión, donde los fiscales
persigan a los criminales y donde nadie tema ser espiado ni deshonrado.
Yo tengo toda la esperanza en que muy pronto va a ser posible esa
España con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.
Pido el voto de todos los españoles que comparten con nosotros esa idea
cívica y democrática de España.
Cada ciudadano, al llegar a la urna, tiene que acordarse también de
España. Y si quiere recuperar la España de futuro, la España dinámica y
optimista, la España fuerte y de progreso, yo le pido que vote a la
candidatura del Partido Popular.
El domingo hay que llenar las urnas de votos. Hay que llenarlas para
que Esperanza siga siendo la mejor presidenta de Madrid y para que
Esteban Parro siga trabajando para mejorar Móstoles.
Hay que llenar las urnas de votos del Partido Popular para mirar al
futuro con confianza, con seguridad y sin riesgos.
Hay que llenar las urnas de papeletas de nuestro partido para que quede
meridianamente claro que los españoles rechazamos que ETA vuelva a los
ayuntamientos.
Hay que llenar las urnas para recuperar los valores de la Transición,
para recuperar la concordia entre españoles y para que vuelva a haber un
Gobierno de España que respete las reglas.
Necesitamos un presidente que crea en España y defienda la nación
española.
Necesitamos un presidente que crea en la Constitución y la defienda.
Necesitamos un presidente que no negocie con los terroristas.
Necesitamos un presidente que cree consensos, que trabaje por la
concordia, que rechace el enfrentamiento.
Necesitamos un presidente que se dedique a crear bienestar, a crear
empleo, a solucionar problemas. Que ponga a España a punto para competir y
ganar en el mundo globalizado y abierto en el que afortunadamente
vivimos.