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Sarkozy consigue que Zapatero acepte ahora un tratado simplificado para la UE

La próxima cumbre de Bruselas de los días 21 y 22 de junio para buscar una salida a la parálisis provocada por el rechazo al tratado constitucional de Francia y Holanda, ha centrado el primer encuentro este jueves en Madrid de Zapatero y Sarkozy. Desde el día siguiente a tomar posesión como presidente, Sarkozy dejó claro que su propuesta es un tratado simplificado. El gobierno español, a través del ministro Moratinos había declarado en varias ocasiones que era “inaceptable” reducir el texto ya ratificado en España. Sin embargo, en la rueda de prensa conjunta con el presidente francés, Zapatero, dentro de su ambigüedad habitual, ha aceptado la idea del tratado simplificado “con tal de tener un acuerdo en torno al tratado europeo lo mas pronto posible”.

La próxima cumbre de Bruselas de los días 21 y 22 de junio para buscar una salida a la parálisis provocada por el rechazo al tratado constitucional de Francia y Holanda, ha centrado el primer encuentro este jueves en Madrid de Zapatero y Sarkozy. Desde el día siguiente a tomar posesión como presidente, Sarkozy dejó claro que su propuesta es un tratado simplificado. El gobierno español, a través del ministro Moratinos había declarado en varias ocasiones que era “inaceptable” reducir el texto ya ratificado en España. Sin embargo, en la rueda de prensa conjunta con el presidente francés, Zapatero, dentro de su ambigüedad habitual, ha aceptado la idea del tratado simplificado “con tal de tener un acuerdo en torno al tratado europeo lo mas pronto posible”.
(Libertad Digital) Tan sólo hace dos semanas, en el último consejo de ministro de la UE, Moratinos explicaba la postura de España en torno al tratado constitucional de la UE. El ministro decía que España "no aceptará un acuerdo de mínimos". Pero la idea de un tratado simplificado, o, lo que es lo mismo, un acuerdo de mínimos, se extiende por la UE, siendo ya ampliamente mayoritaria entre los líderes de los 27.
 
Tanto es así que en sólo 17 días, el Gobierno español parece que ha reconsiderado su postura. O eso se desprende de la comparecencia conjunta del presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy en la Moncloa, en su primera visita a España desde su reciente elección como jefe de Estado francés.
 
Entre elogios mutuos y en un clima de gran cordialidad, los dos mandatarios expresaron su satisfacción por su acuerdo en este tema. Aunque como es habitual en todas sus declaraciones, Zapatero no concretó hasta que punto respalda la idea del tratado simplificado, que era inaceptable hace sólo dos semanas, sí dijo que “compartimos plenamente la voluntad de avanzar para tener un acuerdo en torno al tratado europeo lo mas pronto posible”. Aunque matizó que “desea” que mantenga su “contenido esencial”, lo cierto es que subrayó que hay “condiciones de llegar a un acuerdo”.
 
Y ese acuerdo, como explicó Sarkozy a continuación pasa irreversiblemente por simplificar el tratado. El presidente francés reiteró en varias ocasiones que francia no puede aceptar un texto equivalente al que ya se rechazó en referéndum. Tanto Sarkozy como Zapatero resaltaron la importancia de que haya acuerdo entre un país que ratifico el texto en referéndum, como es España, y otro que dijo un rotundo no.
 
Al ser preguntado sobre si estaba cediendo ante Francia, al cambiar la posición española en esta cuestión,  Zapatero dijo que lo importantes es un texto “con el máximo consenso posible”, teniendo en cuenta “lo que ha sucedido”.  Y admitió que el resultado será “un tratado más simplificado, menos largo, con menos contenido, todos tenemos lógicamente ceder algo esa es la esencia de la democracia y es la esencia de Europa”. Sarkozy rechazó, a preguntas de las periodistas, que se esté imponiendo la “idea francesa”. “Europa tiene sus códigos, no hay texto francés, no hay una idea francesa, todo es complejo, hay una idea en la mente francesa y una en la mente española y es la presidencia alemana la que tiene que poner un texto”.
 
Para Zapatero algunos "elementos esenciales" que deberían estar contemplados, son la mayoría cualificada, la reforma del funcionamiento del Consejo, una nueva Presidencia, un Ministerio de Asuntos Exteriores y "el reconocimiento del valor jurídico de lo que representa el Tratado". Sarkozy también subrayó la necesidad de que el texto permita que haya una Presidencia de la UE "fuerte y estable", un ministerio para la política exterior y "más campos para la mayoría cualificada", cuestión que calificó de "esencial".
 
Acuerdo también en inmigración
 
Sarkozy y Zapatero también abordaron la cuestión de la inmigración. El presidente francés dijo que han llegado a la "conclusión" de que es "mejor" que ambos países tengan "la misma política de inmigración", algo que están "intentando hacer" promoviendo que la UE no tenga que aprobar estas cuestiones por unanimidad. Sarkozy, al ser preguntado si habían conseguido limar las diferencias que han mantenido en materia de política de inmigración, en alusión a las críticas vertidas por él mismo a la regularización masiva de inmigrantes llevada a cabo por el Ejecutivo español, dijo que "no puede reprochar a España lo que Francia (también) hizo" en el pasado, admitió Sarkozy, quien subrayó que lo que importa ahora es el "futuro".
 
El presidente francés dijo que había abordado con Zapatero este tema y afirmó creer que ambos se habían "entendido". Tras los "dramas vividos por España" e "Italia" por la llegada masiva de inmigrantes a sus costas, es "absolutamente indispensable" colaborar "juntos" en el marco europeo, señaló. También para abordar los flujos migratorios España y Francia son partidarias de crear una Unión Mediterránea entre los países europeos ribereños con sus vecinos del sur.
 
En este sentido, Sarkozy anunció que España, Francia e Italia convocarán una reunión de los ocho países mediterráneos europeos para estudiar "cómo" podrían proponer a los países mediterráneos del sur una "iniciativa común".  "España y Francia trabajarán mano a mano" sobre este idea, junto con Italia y el resto de los países ribereños, aseguró. Zapatero afirmó haber acogido de forma "muy favorable" la propuesta de Sarkozy de crear una Unión Mediterránea y aseguró que ambos países están "decididos" a "acometer esa mirada mediterránea para la cooperación, la seguridad y los problemas de inmigración".
 
Zapatero afirmó por otro lado que ambos países también están "decididos" a "intensificar" sus comunicaciones  para "dar más oportunidades de desarrollo económico" y calificó de "esencial" que ambos países tengan una conexión ferroviaria por el Pirineo central para "permitir el transporte" y "aliviar toda la presión" actual.
 
Sobre esta cuestión, Sarkozy señaló que todo el suroeste francés también está especialmente interesado en esta conexión ferroviaria. "Hemos decidido hacer de este asunto, así como de las autovías marítimas, un asunto importante de la próxima cumbre franco española" que tendrá lugar en Francia el próximo otoño. Zapatero agradeció a Sarkozy el haber tenido la "deferencia" de visitar España "muy poco tiempo después de su flamante elección" como presidente de la República, lo que supone situar a España "dentro de sus prioridades en política exterior".  También le reiteró su enhorabuena por su "triunfo" en las elecciones y le deseó "los mejores éxitos" en su mandato, ya que serán éxitos no sólo para Francia, sino también para "Europa y para todos".
 
El presidente del Gobierno se dijo convencido de mantendrá una "muy buena relación en términos políticos y también personales, que es importante". Por su parte, Sarkozy afirmó tener una "gran confianza" en Zapatero, del que dijo estar convencido de que será "fácil" trabajar con él. "Queremos hacer menos discursos y tener más resultados. El lo quiere en España y nosotros en Francia", señaló.

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