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VELA - COPA LOUIS VUITTON

El New Zealand acaba con el sueño del Desafío Español en semifinales

El Emirates Team New Zealand ha acabado con el sueño del Desafío Español en la Copa Louis Vuitton tras imponerse en la séptima regata de las semifinales y sentenciar la eliminatoria 5-2, por lo que los 'kiwis' serán los rivales del Luna Rossa en la serie final, que comenzará el próximo 1 de junio y también se disputará al mejor de nueve regatas. La embarcación que patronea Karol Jablonski ha perdido en la línea de meta por 1:18 en una jornada marcada por las duras condiciones meteorológicas.

El Emirates Team New Zealand ha acabado con el sueño del Desafío Español en la Copa Louis Vuitton tras imponerse en la séptima regata de las semifinales y sentenciar la eliminatoria 5-2, por lo que los 'kiwis' serán los rivales del Luna Rossa en la serie final, que comenzará el próximo 1 de junio y también se disputará al mejor de nueve regatas. La embarcación que patronea Karol Jablonski ha perdido en la línea de meta por 1:18 en una jornada marcada por las duras condiciones meteorológicas.
L D (Carlos Morenilla/Valencia) Han hecho falta siete intensísimas regatas para que los neozelandeses, dos veces campeones de la Copa del América, eliminasen al Desafío Español. Era un día dificilísimo para la navegación. La persistencia durante varias jornadas de estas condiciones metereológicas empujaban al mar contra la costa con olas de casi un metro. El viento intenso del noreste, de 14 a 19 nudos, por sí solo no hubiera perjudicado al barco español, pero las olas resultaron un inconveniente decisivo.
 
La presalida
 
El barco español entraba por la izquierda y evolucionaba con decisión, yéndose profundo. En el primer intento de parada proa a línea se ha visto enseguida que los barcos eran incapaces de mantener la posición con esa intensidad de viento. El New Zealand se ha ido y ha trasluchado para colocarse a la izquierda. Esa parte estaba favorecida y la han defendido. Nueva parada y de nuevo los 'kiwis' que arrancan. El Desafío les sigue, su rival gira sobre sí y gana como un rayo la popa del barco español. Se ha notado la gran experiencia de los oceánicos en las pre-salidas y el barco español se ha visto empujado sin poder maniobrar para salir del abrazo mortal. Con este viento el New Zealand en la popa los hubiera arrollado con su mayor arrancada. No ha quedado más remedio que esperar a que ellos se dirigieran a la salida y seguirlos. Nada que objetar. Lo hacen mejor y punto.
 
Las olas
 
Aunque han conseguido 50 metros de ventaja en meta, en la ceñida no hubieran vencido al Desafío Español con este viento de no ser por las olas. Y es que la persistencia de la intensidad y la dirección hace que se formen olas, y había bastantes. Los barcos navegaban muy rápido. Sus pesadas quillas los mantenían sin inclinarse demasiado, pero el barco español cabeceaba mucho. Con cada cabeceo embarcaba agua. La proa se hundía en la ola y una lámina imponente recorría la cubierta delantera y terminaba cayendo dentro del barco.
 
Enseguida se ha visto con horror cómo a los tripulantes del costado de sotavento el agua casi les llegaba a la cintura. No se iba a hundir porque el diseño de los barcos de regatas ha previsto estas situaciones, por eso tienen la popa abierta y por ahí evacuan el agua, pero tenía cientos de kilos indeseables a bordo. Los tripulantes españoles no se han arredrado, han cogido un par de cubos y, entre maniobra y maniobra, se han dedicado a achicar, que no hay mejor bomba de achique que un marino con un cubo.
 
¿Y los neozelandeses? Hay que descubrirse ante el diseño de Marcelino Botín. En cada amura el barco 'kiwi' tiene unas hendiduras que sirven para impedir que el agua de la cubierta de proa llegue a bordo. Los españoles casi se ahogan y ellos tan secos. Además, con olas su proa las pasaba mejor mientras que el Desafío se clavaba en cada una. En fin, una carnicería. Los españoles han luchado hasta la extenuación pero han perdido. Realmente cuando el rival está a falta de una victoria la situación es muy delicada, porque cualquier imprevisto como el de esta séptima regata te deja fuera.
 
La despedida
 
El Desafío ha entrado en el puerto dando las gracias a Valencia en una pancarta escrita sobre la bandera española. Realmente ha sido emocionante porque, poco a poco, la gesta de su lucha y entrega ha ido calando en los aficionados. En los muelles había muchos seguidores que le han aplaudido. Felicidades a una tripulación que ha llegado más lejos de lo esperado. Y gracias por el reconocimiento a un público valenciano que siempre los ha tratado como el barco de sus colores.
 
Aquí, en Valencia, en toda España, esperamos otra hazaña de un sindicato español. Volverán los de Iberdrola a intentarlo si el barco que los ha eliminado no consigue llevarse la Jarra de las Cien Guineas a Nueva Zelanda. Ha caído el Desafío, pero ahora nos queda el Alinghi para defenderla.

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