L D (Agencias) El primer ministro británico advierte en el artículo que publica The Economist que rechazar la intervención aliada en Irak y Afganistán porque, supuestamente, ha empeorado la vida de la población y ha alimentado el terrorismo es un argumento que puede ser seductor pero que es rechazable. "Entended lo que eso significa realmente. Significa que dado que esas fuerzas reaccionarias y malvadas lucharán con dureza a través del terrorismo para impedir a esos países y sus poblaciones levantarse tras la eliminación de las dictaduras, deberíamos permitir que la gente siguiera viviendo en dictaduras", indica. "Significa que nuestra voluntad de combatir aquello por lo que creemos es comparable a la de nuestro enemigo de luchar contra nosotros, pero en una proporción inversa", añade.
Blair asegura que la red terrorista Al Qaeda y otros grupos terroristas están preparados para aprovechar cualquier oportunidad para generar desestabilización y conflictos. "Ninguna gran nación europea está inmune", advierte Blair, que dejará el Gobierno británico el próximo 27 de junio y será sucedido por su ministro de Economía, Gordon Brown. El líder laborista aboga por combatir a los terroristas "con confianza: sus visión reaccionaria del Estado, su negativa a permitir a la gente prosperar en paz, su visión de las mujeres completamente regresiva".
El primer ministro dice que una de las lecciones clave que había aprendido en sus diez años en Downing Street es que el Reino Unido debe ser "un jugador, no un espectador" en la escena internacional. "Deberíamos estar preparados para intervenir, si es necesario militarmente, para impedir el genocidio, la opresión, las grandes injusticias que muy a menudo sufren los vulnerables", subraya.
Blair asegura que la red terrorista Al Qaeda y otros grupos terroristas están preparados para aprovechar cualquier oportunidad para generar desestabilización y conflictos. "Ninguna gran nación europea está inmune", advierte Blair, que dejará el Gobierno británico el próximo 27 de junio y será sucedido por su ministro de Economía, Gordon Brown. El líder laborista aboga por combatir a los terroristas "con confianza: sus visión reaccionaria del Estado, su negativa a permitir a la gente prosperar en paz, su visión de las mujeres completamente regresiva".
El primer ministro dice que una de las lecciones clave que había aprendido en sus diez años en Downing Street es que el Reino Unido debe ser "un jugador, no un espectador" en la escena internacional. "Deberíamos estar preparados para intervenir, si es necesario militarmente, para impedir el genocidio, la opresión, las grandes injusticias que muy a menudo sufren los vulnerables", subraya.