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El Real Madrid apaga el incendio del DKV y se apunta el primer punto de las semifinales (72-70)

Mucho ha tenido que sufrir el Real Madrid en la apertura de las semifinales de la Liga ACB para sumar el primer punto. El equipo que entrena Joan Plaza se ha adelantado en su serie ante el DKV Joventut, un equipo que estuvo a punto de incendiar Vistalegre en un partido tenso y que no se decidió hasta el último minuto. Nadie se atrevió en el equipo catalán a lanzar el tiro en la última posesión y el Real Madrid conservó los dos raquíticos puntos de ventaja. Este viernes, más emoción en estas semifinales de los play-offs de la ACB. El Tau y el Barcelona abren su serie en el Fernando Buesa Arena a partir de las 20:45.

Mucho ha tenido que sufrir el Real Madrid en la apertura de las semifinales de la Liga ACB para sumar el primer punto. El equipo que entrena Joan Plaza se ha adelantado en su serie ante el DKV Joventut, un equipo que estuvo a punto de incendiar Vistalegre en un partido tenso y que no se decidió hasta el último minuto. Nadie se atrevió en el equipo catalán a lanzar el tiro en la última posesión y el Real Madrid conservó los dos raquíticos puntos de ventaja. Este viernes, más emoción en estas semifinales de los play-offs de la ACB. El Tau y el Barcelona abren su serie en el Fernando Buesa Arena a partir de las 20:45.
L D (EFE) Un tapón de libro a cargo del estadounidense Charles Smith sobre Rudy Fernández en la primera acción del choque, cuando no habían transcurrido ni diez segundos, inauguró una serie semifinal que no va a dar respiro. Aíto García Reneses, en el banquillo badalonés, y su ayudante de antaño, Joan Plaza, éste en el local, lanzaron sus tropas al parqué a pecho descubierto dispuestos a medir el poder de las valiosas apuestas por el baloncesto de acción de la que hacen bandera. Aquí no se arruga nadie. Rudy dejó atrás el tapón de Smith para anotar los cuatro primeros puntos de la 'Penya' y lanzarla a un vertiginoso 5-14 a los cinco minutos. Salvo dos tiros libres, toda la producción verdinegra había partido del arco de triples: cuatro de cinco en medio periodo y el Madrid con cara de no saber lo que pasaba.

Plaza detuvo el choque, pero mantuvo sus planes. Ni un cambio. Mientras, Aíto, quizá por la obligada ausencia del lesionado Charly Gaynes -esguince del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda-, movía el banquillo sin parar. El técnico madridista acertó. Los blancos sumaron un parcial de 10-0 que equilibró el partido (15-14) con los dos equipos a velocidad de crucero en ataque y, detalle importante, en defensa. El Joventut salió de las cuerdas con un gancho del ruso Dmitry Flis y un triple marca de la casa del norteamericano Elmer Bennett. La ventaja quedaba en manos badalonesas al final del primer cuarto (15-19).

La parada devolvió la iniciativa a los locales con un 6-0 (21-19) en una semifinal sin tregua. Y, por fin, llegaron los triples madridistas. El primero del turco Kemal Tunceri; el segundo de Alex Mumbrú. La temperatura subía por momentos (31-24 m.14). Nadie cedía un milímetro. El Madrid exhibía carácter y recursos. El Joventut quería poner de manifiesto que no renuncia a nada y que tampoco anda corto de calidad. Los triples le volvían a respaldar y el marcador reflejaba la intensidad de unos y otros (34-32 m.17). El espectáculo justificaba la presencia en la grada de buenos catadores como José Manuel Calderón y Alfonso Reyes.

El francés Jerome Moiso escenificaba el derroche del asalto con un mate escalofriante y el Madrid empezaba a dominar de forma abrumadora el rebote ofensivo, aunque sin rentabilizarlo en puntos. En esas apareció Rudy para contestar al mate del pívot galo colgándose del aro local en contragolpe. Además, el inglés Andrew Betts cometía la tercera al filo del descanso, que interrumpió el movimiento como por sorpresa. Parecía que el reloj no había corrido. El tanteo sí: 38-39. Los hechos demostraban que ha merecido la pena esperar diez años para volver a ver a estos dos conjuntos cara a cara en semifinales. El Joventut tenía claro, por añadidura, que el partido le podía dar un enorme espaldarazo y reanudó la refriega igual que al principio. La 'Penya' pedía paso (40-47 m.14) y el Madrid esperaba al estadounidense Louis Bullock, que no veía aro. Mérito de la defensa verdinegra.

Que luego daba pie a una eficaz fluidez ofensiva. El Joventut quiere ir a la final. Y Bullock apretaba los dientes y se arrancaba su discurso con la misma cara impasible que en la fase de sequía previa. Clavo dos triples y un tiro libre y reanimó a un Madrid, pese a todo, sereno. Del 46-54 a un apretado 53-54. Y a la cuarta falta de 'sweet' Lou. Y a la igualdad máxima gracias a un oportuno triple del croata Marko Tomas, sustituto de Bullock, y a la bocina del tercer tramo (58-59). Le secundó Tunceri desde los 6,25 para abrir la fase definitiva (61-59). Apareció Felipe Reyes en la línea de personal y Rudy en la otra franja de triples. Efervescente (63-62). El Joventut también entraba como un cuchillo al rebote ofensivo. Milímetro cedido, milímetro perdido. Sobresaliente encuentro. Y todo apunta a que esta va a ser la tónica de la eliminatoria. En Badalona y en Vistalegre.

Los de Plaza y los de Aíto continuaban a brazo partido (63-64). El físico, el músculo, la fuerza, cobraban peso poco a poco. Pero cada balón despistado arrastraba detrás a un puñado de hombres dispuestos a dejarse la piel en el parqué. Ferrán Laviña se hizo daño en el tobillo derecho entre otros tres jugadores que se tiraban de cabeza a por una bola (m.36; 67-66).

Todo el mundo ponía todo en la cancha. El belga Axel Hervelle ha sido el mejor jugador madridista en cuartos de final. Inauguró la semifinal con un increíble trabajo en conceptos que lucen menos para la galería, pero de incalculable valor. Lo adornó en un instante trascendente por medio de un triple (72-68). Esa acción puso el 1-0 en manos del Madrid. Al Joventut se le cerró el aro en las últimas posesiones, algunos lanzamientos se le salieron de dentro y ya no pudo compensar el triple del belga.

El checo Lubos Barton aprovechó unos tiros libres (72-70). La defensa ahogó a Bullock, el Joventut hizo falta sobre Reyes a falta de trece segundos y, aunque falló los dos libres, el estadounidense Charles Smith cogió un rebote que retrasó la última oleada badalonesa lo justo para que, Elmer Bennett primero y Rudy Fernández a continuación, se tragasen la pelota al borde del arco buscando el triple de gracia. Gran partido.

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